C: 174 - VOLVER

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(a la mañana siguiente)

Narra Jack:

-Al despertar, desayunamos y nos arreglamos y tomamos nuestras cosas. Me acerqué a Ron y toque su brazo, él inmediatamente nos apareció en el bosque donde estábamos con Harry y Hermione la última vez que los vimos.

Y si, le enseñé a Ron como hacerlo, fue divertido al principio pero después de unas semanas logró hacerlo y ahora él y yo podíamos aparecernos y desaparecernos cuando quisiéramos. Aún así, al llegar, nos dimos cuenta de que no había nada.

Inmediatamente pensamos que era por el hechizo que Hermione ponía así que empezamos a gritar-

Jack: ¡Hermione, Potter! ¡Somos nosotros!

Ron: ¡Hey! ¿están aquí?

Jack: ¡Sabemos que somos unos idiotas por irnos de esa forma pero hemos regresado!

Ron: ¡¿Podemos pasar?!

Jack: ¡Queremos disculparnos!.

-No hubieron respuestas, nos sentamos en la tierra mirando hacía enfrente donde debería estar la tienda y seguimos gritando en nuestra posición por horas, incluso ya me dolía la garganta. Vi como el día se hizo noche, creí que quizás habían ido por agua y comida pero ni siquiera Ron y yo tardabamos tanto tiempo haciendo eso.

Ni siquiera olfateaba el olor de Hermione, esperaba mínimo el olor de Harry pero tampoco. Ni como para decir que sus olores eran recientes o que seguían estando aquí, ya no estaban, se habían movido del lugar.

Volteé a ver a Ron para decirle que debíamos regresar a la cabaña ya que era la más cerca pero escuché unos pasos acercarse a nosotros. Creí que podían ser Harry y Hermione pero de un segundo a otro olfatee los olores y definitivamente no eran ellos-

Jack: Ron, corre. -dije en voz baja-

Ron: ¿Qué?

Jack: ¡Corre! -grité-

-Solo bastó con gritarlo porque apenas termine de decirlo, Ron salió disparado hacía el bosque con pasos veloces. Yo salí detrás de él e íbamos corriendo por nuestras vidas y esquivando los hechizos que ya nos estaban empezando a lanzar los carroñeros-

Ron: ¡Corre! -gritó mientras iba corriendo-

Jack: ¡¿Qué crees que hago zanahoria?!... Separemonos.

Ron: ¡Sí, si tenemos problemas, a la cabaña!

Jack: ¡Bien!

-Y así fue como Ron corrió por el lado derecho y yo me fui por la izquierda. Seguí corriendo por muchos minutos esquivando los hechizos de los que debían ser mortifagos acompañando a los carroñeros, hasta que sentí el impacto en mi cara.

Y sí, me había golpeado con una gran rama justo en mi bello rostro, quise levantarme pero era absurdo, los carroñeros me habían aventado unas cadenas en los talones y no podía correr, solo me quedé en el suelo viéndolos con odio y gruñendo-

X: Vaya, vaya... es el pequeño Grindelwald.

X: ¿En serio? Miren nada más. -murmuró uno de los mortifagos llegando a mi lado y agachandose a mi altura-

X: No tienes idea de lo mucho que te esta buscando nuestro Señor.

X: Y más por lo que le robaste.

Jack: Yo no le robé nada a Voldy. -dije con una sonrisa mientras lo veía-

X: Insolente, ¡respeta al señor oscuro!

-Sentí un golpe en mi cara, solo pude escupir lo que creí que era saliva y me di cuenta de que no, me golpearon en la boca y escupi sangre, vaya Jack, que frágil eres-

X: ¡Vámonos!, ¡hemos cazado uno de los premios mayores! -gritó riéndose-

-Los dos mortifagos se empezaron a reír junto a los tres carroñeros que estaban acompañándolos-

X: Bien, ahora pequeño Grindelwald, ¿dónde tienes la varita?

Jack: No lo sé, quizá la tengo entre los pantalones, ¿te gustaría verla? -dije burlandome-

-Y otra vez sentí un golpe pero esta vez fue una patada en mi cabeza, mierda, dolió demasiado pero solo pude cerrar los ojos del dolor.

Volví a escuchar las risas de estos idiotas, ya veo que les gusta hacer su trabajo sucio. Si fuese ellos y fuese mi yo de hace cinco años definitivamente estaría igual o peor, debía admitir que apenas con trece años era un gran hijo de puta y un vill psicópata.

Uno de los carroñeros tomó de las cadenas y me llevó arrastrando por todo el bosque, yo iba golpeándome con raíces, rocas y arbustos hasta que uno de los mortifagos se acercó a nosotros y de un segundo a otro aparecimos otra vez en la mansión Malfoy. ¿Qué? Esto no era bueno, pero debía suponerlo después de haberme enterado que Voldelmort tenía el ministerio, era obvio que liberarian al idiota de Lucius.

Entramos a la mansión, bueno, ellos entraron a pie y yo seguía arrastrado y en el suelo. Cuando llegamos a la sala principal, escuché una voz familiar-

X: Hola, tanto tiempo sin verte.

Jack: Hola, papá. -le sonreí-.

UN MORTIFAGO ENAMORADO II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora