III

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Las grabaciones del día habían terminado, por lo que podría ir a casa y quizá verse uno o dos capítulos de Greys Anatomy para llorar un rato y luego irse a dormir o quizá se pondría el capítulo de algún podcast mientras se preparaba la cena.

Con sus planes en mente, Ennoshita se despidió de la gente que quedaba en el estudio y saco sus llaves para juguetear con ellas mientras caminaba a su auto, la noche estaba tranquila y silenciosa, el clima era perfecto, pero por alguna extraña razón, se sentía observado.

Cuando estuvo a unos metros de distancia, le quito la alarma al auto y acelero el paso, no podía visualizar a nadie cerca y aun así sentía una intensa mirada pegada a él, quizá era el tipo raro que lo estuvo buscando en la entrada varias horas atrás, no le dijeron quien era, solo que alguien lo buscaba, pero estaban en plena grabación así que lo ignoro, pero parecía que aquel tipo era persistente.

Una vez en la seguridad de su auto, soltó el aire que había estado conteniendo y se relajo un poco, se recargo en su asiento pasando las manos por su rostro, quizá todo había sido producto de su imaginación.

—Debiste poner los seguros de vuelta

Sintió que su corazón se detuvo por unos segundos, el grito se quedo ahogado en su garganta, su cuerpo temblaba por completo y lo único que pudo hacer fue girar lentamente para mirar a la persona que ahora estaba en el asiento del copiloto

—Eres un maldito imbécil – esta vez si pudo gritar, una vez que reconoció a quien había subido a su auto – Kuroo pudiste matarme de un susto

—Nos hubiéramos evitado todo esto si me hubieran dejado pasar al estudio – se quejó como si tuviera la razón

—Eso no te da el derecho de espiarme, eres un pervertido, psicópata, me das miedo – aun trataba de devolver a la normalidad su respiración

—Si como sea, yo solo vine a hablar de trabajo – se colocó el cinturón de seguridad – te cuento mientras vamos a la fiesta de Hinata

—No te voy a llevar a ningún lado, pudiste llamarme o algo así, no solo aparecerte de la nada, además había olvidado que hoy era la fiesta en casa de Hinata y olvide pedirle su dirección

—Yo tengo la dirección, no te preocupes – le dio unas palmaditas en la espalda, antes de colocar los datos en el GPS – anda, conduce amigo mío

—Yo solo quería ver Greys Anatomy – se quejó antes de ponerse en marcha

Normalmente pondría algo de música mientras manejaba, pero Kuroo había mencionado que quería hablar de trabajo con él, así que prefirió esperar a que el hombre comenzara a hablar, aunque en su mente no tenía lógica que lo buscara a él.

—Bueno, iré directo al punto, la asociación cree que últimamente están dejando un poco de lado al voleibol, prestando atención a otros deportes como el futbol y eso les preocupa un poco, quieren aprovechar las olimpiadas que se están acercando y el hecho de que tienen a una generación de talentos para motivar a la gente a poner sus ojos en el deporte – comenzó – por lo que están preparando cientos de anuncios y otras cosas para poco a poco atraer a más gente.

—Am, suena bien, si he notado que desde hace un tiempo hay menos partitos televisados.

—Exacto, la asociación esta buscando varias maneras de atraer mas publico y piensan que hacer un documental sobre el camino que van a recorrer los atletas podría ser una buena idea

—A mucha gente le aburren los documentales – soltó sin pensarlo mucho – suelen pensar que son tediosos, obviamente no hablo de todo el mundo

—Eso fue lo que yo dije, pero confían en que funcione, la mayoría de los posibles candidatos al equipo olímpico son gente joven y esperan juntar un equipo de producción de haga un buen trabajo, ahí es donde entras tu – lo miró, con esa sonrisa que lo caracterizaba

El Club Del ChismeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora