En un momento así, odiaba la luz, odiaba el sonido, simplemente estaba odiando mucho vivir, sentía que su cabeza estaba punto de explotar, sus ojos le pesaban, su estómago se sentía revuelto y su boca tenia un horrible sabor, se negaba a quitar las sábanas que cubrían su rostro, no tenia ganas ni de levantarse para darse una ducha, olía mal, si, pero era mas el malestar general que las ganas de oler bonito.
Mientras giraba en la cama, aun bajo las sábanas, su cabeza hizo click y un pensamiento llegó de repente ¿Dónde estaba?
Se levanto con tanta rapidez que su cabeza dio vueltas y se tuvo que sentar en la orilla de la cama, las nauseas comenzaban a hacerse presentes, pero para su sorpresa, se encontraba en su habitación, con las persianas abajo evitando la entrada de la luz, además estaba usando su pijama.
—¿Cómo llegue aquí? – con la esperanza de hallar respuestas junto toda su fuerza de voluntad y se arrastró por el resto de su casa.
—Buenos días, dúchate apestas – soltó Ennoshita, que estaba recostado en su sofá, mirando televisión a volumen muy bajo.
—No entiendo nada – se dejo caer en el sofá junto a su amigo, las ventanas del salón también estaban cerradas – ¿Qué pasó?
—Te embriagaste, me vomitaste, dos veces, después camino a casa de Noya, intentaste bajar a mitad de carretera porque dijiste que quieras irte a tu casa, así que tuvimos que parar para que Kino pudiera subir al auto de Asahi y así traerte a tu departamento, luego vomitaste en mi auto – soltó de golpe, sin dejar de mirar al televisor – ve a ducharte y págame el autolavado, no se de donde sacaste tanta comida para vomitar así – hizo una mueca de desagrado
Iwaizumi se llevó las manos al rostro y se hizo bolita en su sofá, el dolor de cabeza lo seguía torturando, la voz de Ennoshita, aunque suave se sentía como golpes a su cabeza, su estomago estaba en una extraña sensación de estar vacío pero revuelto, su cuerpo le pesaba y ahora, sentía mucha vergüenza y culpa.
Tras un silencio incomodo, decidió hacer caso y sacando toda su fuerza de voluntad se dirigió a su baño, una vez limpiecito Chikara le sirvió un poco de sopa de pollo que según parecía había llevado Asahi horas atrás, también le entregó algo de medicamento para le resaca y un poco de té, además le prometió no mencionarle nada a Oikawa si le pagaba la lavandería y el autolavado.
Horas después, se encontraban ambos disfrutando de Bojack Horsman (la serie favorita de Iwaizumi), la sensación de resaca aun estaba presente, pero mucho mas tolerable que al inicio.
—Que furro eres Zumi – murmuro Ennoshita cuando el intro del siguiente capitulo comenzó
—¿Y ese insulto tan gratuito? – se cruzó de brazos mitrando a su amigo – además, si vamos a juzgar por nuestras series favoritas, tu eres un promiscuo, en Greys Anatomy solo se la pasan teniendo sexo
—Claro que no, también tienen accidentes mortales – le lanzó uno de los cojines que había como decoración
Hajime estuvo a punto de replicar cuando su teléfono comenzó a sonar, con aquel peculiar tono especial que indicaba una llamada de Oikawa
—Ni una palabra de lo que pasó ayer, Ennoshita Chikara –amenazó antes de contestar – Hola cariño
—Hola guapo, ¿Qué tal la resaca?
Iwaizumi sintió que su alma salía volando y abandonaba el cuerpo a su suerte, su garganta quedó seca y la mano con la que sostenía el móvil comenzó a temblar, miró a su amigo con odio, pero este lo miraba un poco perdido por la repentina reacción.
—¿Resaca? ¿De qué hablas? Quizá fue una absurda broma de Noshita – soltó una risita, en un absurdo intento de salirse con la suya
—Bueno cariño, te creería si no fuera porque me llamaste ebrio a mitad de mi entrenamiento, al parecer te encerraste en tu baño después de obligar a Ennoshita a ir por tu auto – una suave risita se escuchó del otro lado de la línea, parecía que Oikawa estaba conteniendo la carcajada
ESTÁS LEYENDO
El Club Del Chisme
FanfictionAquel peculiar grupo tenia intereses y personalidades bastante distintas, sus vidas normalmente estaban ocupadas por el trabajo y la vida de supuestos adultos que llevaban, sin embargo, algo había logrado unirlos desde la preparatoria, algo que ni e...