El Club Del Chisme

VII

Ver un entrenamiento era mas divertido de lo que se imaginaba, cada jugador era tan distinto uno del otro que le resultaba fascinante como esas personalidades no chocaban entre si.

—Bien, tómense un descanso – se escuchó a Foster hablar después de hacer sonar un silbato – recuerden comportarse adecuadamente, no estamos solos, si necesitas hablar con alguno, son todos tuyos Iwaizumi

—Muchas gracias – asintió suavemente

—Iwaizumi-San – Hinata se apresuro a acercarse a él – ¿Qué le está pareciendo nuestro entrenamiento?

No sabia que le sorprendía más, si la energía y entusiasmo de Bokuto, la calma de Sakusa, lo impredecible de Hinata, la facilidad con la que se comunicaban Thomas y Barnes a pesar de no dominar tan bien el idioma, lo hiperactivo de Inunaki, lo adaptable de Atsumu o la facilidad de Meian para controlarlos sin necesidad de gritar mucho.

—Son un equipo, curioso, supongo

Ya había visto varios partidos de Jackals pero ver un entrenamiento era totalmente distinto, se notaban ligeramente más relajados, había más bromas entre saques, trataban de comunicar los errores a sus compañeros y se tomaban el tiempo de intentar corregirlos, cosa que en un partido oficial seria más complicado.

—Tu eres Iwaizumi, ¿no? El nuevo entrenador de la selección – Bokuto se acercó, curioso – ¿vienes para tenernos vigilados? No es necesario, prometí portarme bien y dejar de lanzar balones a las ventanas en las prácticas de los olímpicos

—Hacías eso? – Hajime no estaba enterado de ese tipo de cosas

—Nah, para nada, rumores absurdos – Soltó una risita nerviosa

—Tu cara me suena – fue el saludo de Atsumu

—No seas descortés, Miya – regañó Sakusa

—Lo viste en mi "pequeña" fiesta de cumpleaños – mascullo Hinata – Deberías conocerlo, tu lo invitaste

—De nuevo con eso? Yo no invite tanta gente, pero claro, toda mi culpa – se cruzó de brazos, indignado

—Pues Bokuto no fue, solo quedas tu – se cruzo de brazos al igual que Atsumu

—Ay claro, como no hay mas explicaciones, como a la gente no le gusta colarse a fiestas y emborracharse gratis – se defendió – también es mi culpa el día que TU auto se quedo sin gasolina y aquella vez donde hubo una fuga de gas en el restaurante y cancelaron la reservación, todo eso también es culpa de Atsumu

—Ya me disculpé por culparte de todo eso – Hinata levantó ligeramente la voz

—Oigan de verdad, esto es incómodo – Sakusa se atrevió a intervenir

—Siempre se pelean frente a nosotros y me siento como hijo en familia disfuncional – Bokuto dio unos pasos atrás, hasta quedar escondido en la espalda de Iwaizumi

—Compórtense por dos minutos – regañó Kiyoomi – den una buena imagen a Iwaizumi-San

—Lo siento –soltó Atsumu algo molesto – con permiso – se despidió con la cabeza y se fue al otro lado de la cancha, con Inunaki

—Lamento eso, no pasa seguido, lo juro – Hinata se notaba apenado

—Si, si pasa seguido, todos los días discuten – Murmuró Bokuto – sus peleas nos cansan y son muy incomodas

Iwaizumi no supo exactamente que decir, sabia de aquella pelea que Ennoshita escucho durante el cumpleaños de Hinata, pero realmente ninguno se imaginó que el problema fuera mucho más grave, si bien su lado metiche quería saber más sobre el tema su lado profesional estaba un poco preocupado por los problemas que esa pareja pudiera llevar a la cancha si no sabían separar su trabajo de la vida personal.