En circunstancias normales amaría los fines de semana, estaría encantado de despertar hasta tarde y desayunar cualquier cosa preparada por Narita, pero ese día era la excepción, era domingo y no paraba de mirar la pantalla de su teléfono.
—Deja eso y desayuna, por favor – regañó Kazuhito
—Ahm, si ya voy – se llevó una cucharada de comida en la boca que tardo un buen rato en masticar
—Cariño de verdad, termina tu desayuno, debemos irnos
—Si, perdón – hizo a un lado el plato medio lleno – voy a arreglarme
—Oye, no comiste nada – lo sujeto suavemente por la muñeca – ¿Estas bien?
—Si, solo ya sabes, tonterías mías – hizo un gesto con la mano para restarle importancia – ahora debo ir a apurarme – deposito un beso en su mejilla y se apresuró a caminar a su habitación
Con rapidez se cambio por algo mas decente que su pijama y se ordeno el pelo, el hambre se había ido a primera hora de la mañana cuando recibió su mensaje, avisándole que le llamaría en un rato, sus llamadas siempre lo podían de un humor extraño.
—Deberías ignorar sus llamadas – Narita lo miraba desde la puerta de la habitación
—Sabes que no puedo ignorar sus llamadas – murmuro mirándose al espejo – además como sabes que se trata de eso?
—Tu humor cambia de manera muy brusca cuando te manda un mensaje o te llama, te pones mal, comes poco y no creas que no noto que te encierras a llorar a en el baño – se acerco a él, abrazándolo por la espalda
—Es mi madre, sabes que no puedo ignorar sus llamadas – se giro sin romper el abrazo, ocultado su rostro en el hombro de su novio.
—Yo lo puedo hacer por ti, de todas formas ya me odia, no tengo nada que perder
Su platica se vio interrumpida por una suave música, el teléfono que descansaba sobre la mesita de noche vibraba y la pantalla se había iluminado
—Hablando de – gruñó Narita
—No quiero que te odie – se separo del abrazo y caminó a su teléfono, respiró hondo y acepto la llamada – Hola mamá...
—Hisahi, si no llamo tu no tienes el tiempo de hacerlo, ¿que clase de hijo eres?
—Lo siento, últimamente he estado ocupado con el trabajo y...
—Yo no llamaría a lo que haces trabajar – murmuro del otro lado de la línea – solo te dedicas a desenredar cables y llevarle café a los demás
—Bueno, no realmente, estoy a cargo de todo lo técnico en la producción y...
—Sisi, pretextos, no te llame para eso, escuche decir a la los Ennoshita que su hijo vendrá unas semanas a visitarlos ¿eso es cierto?
–Ahm, si, Enno tiene planeado viajar una vez que terminemos la película – se sentó en la orilla de la cama, sentía la mirada de su pareja pegada a el
—Y tu no piensas venir a verme? ¿Vas a tener tiempo libre y no piensas visitar a tu madre? Ese chico, tu amiguito, mas bien sus padres, no se cansan de decir de lo felices y orgullosos que están de él y blablablá, ¿sabes lo que es no poder decir lo mismo?
Y ahí estaba, esa horrible punzada en el pecho, esa sensación el estómago, llevaba años escuchando cosas similares y nunca terminaba de acostumbrarse, no quería acostumbrarse a algo así.
—Yo, ahm – las palabras se le quedaron atoradas en la garganta y las lagrimas ya estaban amenazando por salir
—Mas te vale venir, no voy a dejar que esa bruja de Nao gane, ya sabes siempre presumiendo a sus hijos modelo "Ay mi hijo juega al futbol de manera profesional" "Mi hija está en una firma de arquitectos importante" incluso al fracasado de su hijo menor lo presume como si trabajar en una horrenda productora fuera lo mejor del mundo
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El Club Del Chisme
FanfictionAquel peculiar grupo tenia intereses y personalidades bastante distintas, sus vidas normalmente estaban ocupadas por el trabajo y la vida de supuestos adultos que llevaban, sin embargo, algo había logrado unirlos desde la preparatoria, algo que ni e...