May despertó tres días más tarde. Estaba aturdida, débil y asustada. A Beth le costó varios minutos convencerla de que se encontraba a salvo. Cuando estuvo más tranquila Beth le informó sobre todo lo que necesitaba saber.
Empezó por su confesión hacia los chicos, con lo cual había solucionado el malentendido. May insultó a Calem de diversas maneras cuando le contó cómo se había comportado. Beth no se merecía aquello. Guardó cierto resquemor hacia el hijo del Laird. Podía comprender que quizás no sintiera lo mismo por ella, pero tratarla de esa manera había sido muy cruel.
—Lamento no haber estado a tu lado, —dijo May sosteniéndole la mano. —debió de ser muy duro para ti.
—No te disculpes, estabas en la cama. Lo fue y mucho. —confesó con voz quebrada. —pero ya nunca más podrá hacerme daño, pienso arrancar esos sentimientos hacia él de mi alma. Así tenga que arrancarme el corazón. —A May le conmovieron sus palabras.
Beth decidió cambiar de tema. Era hora de hablar sobre lo sucedido y las consecuencias que aquello podría traer. Le explicó a May que Kendrick fue quién la había encontrado en aquella terrible situación. May casi muere de vergüenza al saber que él había visto su cuerpo desnudo y maltrecho. No sería capaz de volver a mirarlo a los ojos como si nada. Su amiga también había mencionado que Kendrick había ido a visitarla a diario y que se mostraba muy preocupado por ella. Parecía que toda la rabia que tenía sobre su persona, había desaparecido tras aclarar el mal entendido del beso.
La pelirroja le aseguró que no tenía que preocuparse por un posible embarazo, pues ya se había ocupado de ello. May suspiró algo aliviada. Haber sufrido aquella tortura por segunda vez era más de lo que su alma podía soportar, si encima tuviera que preocuparse por estar encinta, se quitaría la vida.
Pero no todo había acabado. Ahora tendría que enfrentarse al rechazo y desprecio de la gente. Beth le advirtió que todo el castillo era conocedor de lo sucedido. Sería duro. Incluso el Laird podría decidir su destino.
—No fue mi culpa. —gimoteó. May no alcanzaba a comprender porque la gente era tan injusta con ella, que no era más que una víctima.
—Lo sé. —se lamentó Beth.
Beth estuvo tentada a contarle los planes que había trazado Kendrick para salvar su situación. Sin embargo, se retuvo. Era algo demasiado delicado, era mejor que fuera el mismísimo Kendrick quién se lo dijera. También que fuera él quien la convenciera.
Salió con piernas temblorosas de la cama. Beth le colocó un vestido, la pelirroja le dijo que no podía quedarse postrada en aquella cama o sus miembros dejarían de funcionar. Ver las cicatrices de los cortes entre sus senos, era realmente doloroso. Pero solo lloró al ver la cicatriz de su labio en el espejo. Justo cuando se consideraba bonita y estaba feliz consigo misma, ese desalmado tuvo que arrebatarle lo que con tanto esfuerzo había construido.
Beth la miraba con tristeza, sin poder encontrar las palabras suficientes para calmar tanto dolor.
Fueron al dispensario, donde Beth siguió instruyendo a May en el mundo de las hierbas medicinales. Ninguna de las dos podía hacer grandes esfuerzos todavía, de modo que no participaron en las labores cotidianas del castillo. Además así May no tendría que soportar sus miradas crueles o comentarios mordaces.
A May le gustaba mucho trabajar en el dispensario. Las plantas medicinales eran realmente útiles, por eso se esforzaba al máximo en aprender todo lo que Beth le enseñaba. También le enseñaba a escribir, las torpes e imprecisas letras de May quedaban eclipsadas por la pulcra caligrafía de Beth, pero su amiga siempre le animaba a seguir practicando.
No estuvieron solas todo el tiempo. Beth tuvo que atender a una mujer con problemas estomacales, un hombre que se había cortado mientras preparaba la leña y por último el hombro dislocado de un niño. Aunque ninguno dijo nada, ni si quiera le dirigieron la palabra a May, la miraban como si fuera un espectáculo de circo.
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Tierra Salvaje | Saga Salvaje I
DragostePrimer libro de la #sagasalvaje 1537 May fue a parar a las manos de Arthur tras una serie de acontecimientos devastadores, comenzando por la muerte de sus padres. Ella es simplemente el lugar donde él descarga su ira. Cansada y temerosa por su v...