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Miraba amargamente como su amiga le daba clases a esa joven pelirroja.

Al parecer, el universo estaba esforzándose para verlo hundido en su miseria una vez más. Pues aquella adolescente que ahora miraba con confusión a Zhang no era nadie más, ni nadie menos, que Jung Chaewon. La hija de Jung Wooyoung. Aquello parecía una película de comedia, solo que San era el que recibía las burlas y risas. Revolvía su té hace más de diez minutos, estaba demasiado ocupado intentando encontrar alguna similitud con Wooyoung en el rostro de la chica, como si deseara saber que Jung había sido engañado.

«Pero Chaewon es adoptada, idiota.»

—Espérame aquí, Chae, traeré algunos plumones.—Luofei le hablaba dulcemente a la niña, obviamente, después de todo era su alumna.—Señor Choi...—Dejó la cucharilla que revolvía su infusión cuando vió a la chica pararse frente a él con una sonrisa de oreja a oreja, típica de ella.—¿Puede quedarse un ratito con Chaewon? Volveré en un momento...

Era el colmo.

No tuvo más remedio que asentir. Luofei no sabía que su alumna era la hija de su ex novio, en realidad, no tenía porqué saberlo. Una vez la chica subió las escaleras para dirigirse a su habitación, San se acercó a la niña, quien le dirigió una adorable sonrisa completamente sincera, para el disgusto de Choi.

—¡Hola!—Exclamó mientras se levantaba y hacía una reverencia hacia el hombre con completa educación.—Soy Jung Chaewon, pero puede llamarme Chae, señor...—Aquella pequeña manito estaba estirada esperando ser aceptada por el mayor, quien solo se dedicaba a mirarla seriamente con los brazos cruzados.

«Ella no tiene la culpa, idiota. Es solo una niña.»

Bufó ante aquel pensamiento. Su estúpido cerebro tenía razón. Tal vez la niña ni siquiera estaba enterada de quién era él.

—Choi San.—Respondió, tomando la mano de la pelirroja y agitándola con delicadeza, como si temiera romperla.

—¡Lo sé!—Aquello descolocó a San, quien miró a la pequeña con confusión. Ella no parecía querer borrar su enorme sonrisa de su rostro.—Papá me habló mucho sobre usted.

—¿Lo hizo?

—¡Sip!—Asintió.—Me dijo que fueron buenos amigos en secundaria... Dígame, ¿él era tan buen alumno como dice?—Aquello último lo dijo en un susurro, como si deseara guardar un secreto.

—Buenos amigos...

Soltó con brusquedad la mano de la niña, ganándose una mirada brillante y confundida. Idéntica a la de Wooyoung.

—Lo lamento, no tengo ni idea de quién sea tu padre.

—Jung Wooyoung, señor.—San suspiró, la niñita insistía y comenzaba a irritarlo.

—No conozco a ningún Jung Wooyoung, disculpa.

Finalmente, Chaewon se rindió y, con un suspiro, volvió a sentarse en su lugar. Un incómodo silencio los envolvió, ninguno sabía muy bien qué decir.

No es como si fuera muy normal que un hombre de veintisiete años y una adolescente de dieciséis tengan buenos temas de conversación. De hecho, sería aterrador que sí los tuvieran.

Luofei estaba tardando más de lo normal y aquel silencio no hacía más que molestar a Choi. La chica lo mirada con atención, detallando cada mínimo poro de su rostro. San se removía incómodo en su lugar, no sabía qué tramaba la muchacha.

—Usted es muy bonito.

Se atragantó con su propia saliva al escuchar aquello, incluso perdió un poco el equilibrio. No esperaba un comentario así. Hace años no recibía uno similar.

Eclipse || WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora