Eclipse || Woosan

19 (FINAL)

-Tengo miedo, Jihan.

-Maldita sea, Jaehee ¿Puedes cerrar la boca?-Ambas mujeres se encontraban en el auto de la rubia a las afueras de la casa de la persona que deseaban ver.-Todo saldrá bien, ya lo verás.

-¿Estás segura de que no hay nadie?

-Completamente segura.-Afirmó buscando algo en su bolso, sonrió cuando lo encontró.-Chaewon dejó su cuenta de WhatsApp abierta en su computadora. Vi el chat con su amiga y, si no estoy mal, hoy iría junto a su profesora y Wooyoung a ver el lugar donde Zhang tomará clases de baile... Choi San está solo allí.-Explicó apuntando la casa con su mirada.

-Oye, Jihan...-La mujer volteó a mirar a su amiga.-Sobre lo que dijiste ayer, tú... ¿De verdad no quieres a Chaewon?

-Tsk...-Chistó antes de responder.-De hecho, llegué a quererla al principio. Yo le di la idea a Wooyoung de adoptar, de esa forma él no podría alejarse de mí, íbamos a tener una hija, debíamos estar juntos. Pero... Apenas Chaewon llegó, Wooyoung dejó de prestarme atención a mí. Todo lo que hacía y decía era por y para Chaewon. "Hay que comprarle ropa nueva a Chaewon." "Debemos comprar comida saludable para Chaewon."... De un momento a otro pasé a ser, no la segunda, sino la última mujer importante en su vida.

-¿Quiénes son las demás?

-Su madre, una amiga de la escuela y una amiga de Choi... ¿Cómo demonios esas zorras son más importantes que yo?-Bufó y sacó de su bolso aquello que había estado buscando. Jaehee tragó saliva cuando, con una sonrisa para nada inocente, su amiga sostenía en sus manos firmemente un brillante cuchillo con un impresionante filo. Han Jihan realmente iba en serio.

-Jihan, yo... No creo poder hacerlo.

-Entonces baja del maldito auto y no estorbes.

-¡Es mi auto!

-¡He dicho que te bajes!

No fue hasta que Jihan elevó el cuchillo, posicionándolo sobre el cuello de su amiga que esta bajó del auto en menos de un segundo, completamente aterrada y desconociendo como nunca a la que alguna vez fue su fiel confidente.

Una vez la rubia desapareció de su vista, bajó del auto tranquilamente, volvió a guardar la herramienta de cocina en su bolso y comenzó a caminar a la casa de Choi San lentamente. No tocó la puerta de inmediato, en su lugar se tomó su tiempo para para recorrer las afueras del hogar. Todas las ventanas estaban cerradas, no se oían movimientos dentro, solo el ruido de la tele, y casi no había gente en las calles.

Luego de asegurarse de que ni Dios la detendría, puso su mejor rostro de inocencia y, con pasos seguros, caminó hasta la puerta principal. Tres golpes bastaron para que el dueño de la casa abriera la puerta, su rostro deformándose al ver a quien se encontraba allí.

—¿Qué quieres?—Murmuró, Jihan le sonrió.

—Quiero hablar contigo.

—No.

Jihan gruñó bajo, pero San no logró escucharla para su suerte. Controlando las inmensas ganas que tenía de golpear al hombre, volvió a hablar con inocencia fingida.

—Verás, yo... Le pediré el divorcio a Wooyoung.

—Ya... Suerte.

San iba a cerrar la puerta, no queriendo ver el rostro de esa mujer nunca más en su vida. Sin embargo, apenas estuvo por completar su acción, Han interpuso su pie evitando que el trozo de madera se cerrase por completo.

—No quiero hablar contigo. Vete antes de que llame a la policía.

—¡Por favor, debes ayudarme!—Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero a San no pudo importarle menos.—Yo... Quiero hablar contigo porque sé que podrás cuidar a Chaewon... No le pediré el divorcio porque dejé de amarlo, claro que no. En realidad, yo... Yo estoy enferma, San.