11

433 69 6
                                    

Era domingo y estaban por darle el alta a Chaewon. Se suponía que debía quedarse allí una semana, pero Jung Jihan insistió que la dejen salir antes. En esos momentos, sólo ella, Wooyoung y Serim estaban sentados en la sala de espera. Choi y sus amigos prefirieron no ir para no causar problemas, y Wooyoung lo entendió.

Además, le avergonzaría que todos vieran como peleaba con su esposa:

—¿¡Pero por qué quieres que la saquen, Jihan!? ¡Ella está herida! ¡Necesita estar aquí!

—¡Debe ir a la escuela, Wooyoung!

—Eres una maldita enferma...—Susurró con furia.—Fue allí donde le ocurrió esto, ¿planeas enviarla devuelta? ¿¡Sabes lo horrible que será para ella volver ahí!?

—Oigan, hagan silencio...—Serim intentaba frenar la pelea, pues ya tenían muchas miradas curiosas encima.

—¿Y qué te confirma que pasó en la escuela?—Si las miradas mataran, ahora mismo ambos estarían quince metros bajo tierra.—Tal vez fue tu amiguito.

—¿De quién hablas?

—Choi San.—Escupió.

Y la simple mención del hombre, acusándolo de hacer algo tan repugnante como aquello, activó un click en la mente de Wooyoung. Fue mientras Jihan hablaba con su hermana sobre un viaje que ambas estaban organizando que Wooyoung sujetó fuertemente su brazo.

—¿Wooyoung, qué...—La fuerza que el hombre ejercía en su agarre era mayor a lo que ella pudiera soportar. Los ojos de Jung parecían los de un demonio traído desde lo más profundo del infierno.—Woonie, me lastimas...

—¿Duele? Que pena.—Y puso incluso más fuerza en su agarre, Jihan sentía su piel arder.

—¡Sueltala, Wooyoung!—Serim intentaba separarlo de su hermana, pero Wooyoung era muchísimo más fuerte.—¿¡Qué demonios te ocurre!?

—¿Qué demonios le ocurre a tu hermana, Serim?—Finalmente, la soltó. Jihan observó su brazo con una expresión de dolor, la marca roja de la mano de Wooyoung que había allí parecía que iba a tardar meses en desaparecer. Jung volteó a ver a la mujer mayor, quien aún lo miraba completamente enojada.—¿Tú sabes lo que ella nos hace a Chaewon y a mí?

—¡Solo me defiendo!—Exclamó Jihan, de nuevo llamando la atención de todos allí.

—¿Defenderte de qué?—Esta vez, volteó su mirada hacia su esposa.—¿Alguna vez te dañé, Jihan? Y aunque lo hubiese hecho, ¿cual era la necesidad de tratar como basura a Chae?

—Yo no...

—Wooyoung.—Serim llamó su atención.—¿Podrías explicarme qué sucede?

—Sucede que tu hermanita se tomó tu "tienes que hacerte respetar" muy en serio... Mira esto.—Fue cuando levantó la manga de su blazer gris, dejando a la vista una horrible marcha violeta que recorría todo su antebrazo. Serim llevó sus manos a su boca completamente horrorizada.—Esto fue porque compré la marca incorrecta de su crema para manos.—Explicó. Movió un poco el cuello de su camiseta blanca hacia un costado, revelando una pequeña cicatriz que parecía recién hecha.—Olvidé guardarle un cuaderno a Chaewon en su mochila. Jihan tomó un cutter y me hizo esto.

Estaba por levantar su camiseta para enseñar su abdomen cuando una muy pálida y enfurecida Jihan lo interrumpió.

—¡Te está mintiendo, Serim!—Gritó. Un doctor comenzaba a acercarse a ellos con Chaewon, la niña iba en una silla de ruedas, pues le dolía mucho caminar.—¡Él miente! ¡Sabes que yo jamás sería capaz de hacerle algo así! ¡Yo lo amo!

—Tú decides si creerme o no, Serim.—Murmuró. Su hija ya había llegado con ellos y miraba la escena confundida, volteó hacia Jihan una última vez.—Chaewon y yo pasaremos la noche en un hotel. No me llames, no me envíes mensajes, no me busques de ninguna forma. Lo nuestro se acabó.—Agradeció al doctor que había llevado a su hija y tomó la silla de ruedas, comenzando a caminar hacia la salida sintiendo miles de miradas sobre su nuca.

Eclipse || WoosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora