–Cariño… hija… ¡Anna!
La pelirroja parpadeo sorprendida. Buscando a la persona que la había traído de nuevo a la realidad. –¿Pasa algo?
–Eso me preguntó yo. Estás más perdida que en un lunes por la mañana. ¿Todo bien?
Nada está bien. No desde hace dos días. No desde que entró en conciencia que había tenido el más maravilloso encuentro sexual. Tan intenso, tan magnífico. Algo que añoraba volver a vivir, y aquel pensamiento la hacía sentir la peor de las personas. Sobre todo al ver cómo Elsa parecía haber olvidado todo. Cómo si el alcohol que había consumido ese día que salieron de fiesta hubiera sido el culpable… y no Elsa, quién actuaba tan natural, tan casual, que incluso llegó a creer que todo aquello había sido un nítido sueño que su subconsciente había creado, pero los morados que adornaban su cuello, la clavícula y los pechos, le afirmaban que todo había sido real. De no ser así, no estaría usando una blusa con cuello de tortuga en pleno verano.
–Nada de qué preocuparse, mamá.
–Está bien, voy a creerte, pero déjame aclararte que sé muy bien que estás mintiendo.
–¿Por qué tendría que mentirte?
–No lo sé. Bien sabes que puedes confiar en mí. O acaso… ¿es que has hecho algo ilegal?
Anna tragó saliva. Lo que había hecho, era algo más que ilegal. Se trataba de algo imperdonable.
Había tenido sexo.
Por primera vez.
En su casa.
Con sus padres durmiendo en una de las habitaciones.
Con una mujer.
Con Elsa.
Con su hermana…
Y para empeorar las cosas: no sentía el más mínimo remordimiento.
Duda, miedo e inseguridad, quizás sí. Pero no sé arrepentía de haberse convertido en mujer en las maravillosas manos de Elsa. Esa hermana que besaba su frente en un angelical saludo y luego desaparecía por la puerta de la casa a quién sabe dónde, y regresaba solo a cenar… Esa mujer que parecía una princesa salida de un cuento de Disney: tan elegante y perfecta para el mundo… tan sensual y hermosa, bajo los ojos de Anna…. Esa idiota que desapareció de su cama la mañana del encuentro. Así, sin más.
–Si así fuera, ¿Me seguirías amando?
–¿Qué estás diciendo? ¿Es que has hecho algo?
–Yo… no, por supuesto que no. Solo hablaba de manera hipotética.
–Dios, Anna, No me asustes de esa manera por favor - pidió Iduna.
–Bueno, tú preguntaste…
Iduna llevó su mano a la de su hija en un gesto cariñoso –Te amo, Anna. Y si alguna vez haces algo... indebido, aún así te amaré, porque soy tu madre, porque todos alguna vez cometemos errores. Y eso no nos convierte en malas personas.
¿De verdad no era una mala y retorcida persona?
~ ~ ~
Cabe aclarar los capítulos serán cortos, pero constantes. Así que estaré actualizando seguido...
También, si no estás de acuerdo con la temática incestuosa. Por favor abstenerse a leer. Gracias.
No olviden dejar su voto 🤗
![](https://img.wattpad.com/cover/301498259-288-k132642.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Quimera...
Random"¿Que límites estarías dispuesta a romper por ella?" "¡Todos!" - Afirmo Elsa sin dudar.