21

1.9K 172 43
                                    

–¡Tsss!... Detesto la nieve. ¿No pudiste haber escogido otro lugar para vacacionar? -A falta de respuesta, Elsa volteo para ver al receptor. –Oh, perdona -dijo con una pequeña sonrisa mientras se acercaba al hombre que tenía de rodillas, atado de piernas y manos, quitándole sin sutileza la mordaza.

– ¡Debí denunciarte cuando pude!

–Debiste, sí. Pero, ¿para qué recordar cosas del pasado?... Mi terapeuta dice que no es bueno aferrarse.

–¡Eres maldita perra loca! ¡Deberías estar encerrada en un manicomio!

–Encerrada, ¿Por qué?... Si soy una buena vecina, empleada, hija, e
increíble novia. Anna está feliz, mejor que nunca y yo también. Las terapias han funcionado muy bien. El doctor que recomendaste es verdaderamente bueno -comentó mientras se ponía de cuclillas para abrir una maleta negra. –Él me aconsejó deshacerme de todas las cosas que me hacían daño o me provocaban ira. El mejor consejo del mundo. Gracias a ello, mi vida cambio -finalizó antes de ergirse con un mazo en las manos.

–¡Estás enferma, Elsa! -gritó aterrado al intuir para que era esa grotesca herramienta. –¡Y matarme no te dará la paz que necesitas!

–Venga, no te creas tan importante, Hans.  Comprendi que solo eres una de las tantas basuras que ensucian mi camino. Es por eso que necesito limpiar, para mostrarle a Anna una versión mia libre de suciedad.

–Sabia que eras un monstruo retorcido. ¿Quién en su sano juicio se acostaría con su hermana?

–Anna es magnífica. No me puedes culpar por enamorarme de su ser. Lo haría una y otra vez, sin importar que fuera mi vecina,  mi prima, mi madre o una monja.

–¿Cómo diablos pude verte con otros ojos en el pasado?

–No lo sé, y no me importa -miró el reloj en muñeca. – ¿Tus últimas palabras?

–¿Crees que no te atraparan?

–Hablas como si esto fuera un asesinato, cuando obviamente fue un lamentable accidente. Tal cual, lo fue con Kristoff.

–¿Qu-qué? ¿Fuiste tú? -indago adonadado. –¿Por qué?... Él fue fiel a ti.

– Aunque arruinó mis planes, le estaba agradecida. De no haber intervenido, hubiera arruinado todo con Anna. Sin embargo, la forma en como empezó a mirar a mi adorada hermanita, me llevo a tomar la decisión. Pero tranquilo, le di una muerte rápida. Al contrario de ti.

–Elsa, porfavor. -suplicó Hans cuando vio a la rubia acercarse a él. Las lágrimas empezaban a llenar sus ojos. –Por piedad.

Una sonrisa casi diabólico se instaló en el rostro de la rubia. Tomó el mazo con firmeza y dio el primer golpe, rompiéndole las costillas a un indefenso hombre que gritó monstruosamente ante el dolor.

–Esta vez, nadie va a salvarte, Hans.

*

–Estoy en casa.

–Elsa -llamó quedamente Anna, al borde las lágrimas.

–¿Que sucede? -indago con ternura, mientras observababa a Iduna hecha un mar de llantos en la sala.

–Hans… él … falleció.

–¿Qué pasó?

–Un accidente esquiando. Lo encontraron sin vida, tres días después de que notaron su ausencia en hotel donde se hospedaba.

–Es… terrible. Debió ser una muerte dolorosa. Esos lugares están llenos de árboles y piedras.

Anna se aferró al cuello de su hermana y le susurró al oído –Sé que él no era santo de tu devoción, pero necesitó ir a su velorio. Por favor.

–Oye, lo que sucedió con él, es cosa del pasado. Así que no tengo ningún problema con eso. Yo tengo trabajo pendiente, pero madre estará contigo. Y creo que eso sería suficiente para mí.

–Gracias. Te amo.

Elsa besó la frente de Anna con dulzura antes de dirigirse a su madre. –Dale mis condolencias a la familia.

° ° °

¿La naturaleza de cada persona es extraña?

Y Elsa, es esto.

No olviden dejar su voto ✨🤗...
Y sus comentarios al respecto.


Quimera...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora