Quimera...

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Creo que todas vemos las Red flag y los carteles en Neon... Supongo que el amor a veces nos ciega.

Mil gracias por sus votos y comentarios 🤗💖...

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–¿De dónde has sacado eso? -preguntó, observando con fascinación a una Elsa con jeans y chaqueta de cuero negro.

–¿Te gusta?

–¿Bromeas?, Te ves tan ardiente. Pero, ¿me dirás de quién es la majestuosa moto que traes?

–Se la he prestado a un conocido. Aunque no te debes preocupar por eso.

–¿Entonces de que?

–De disfrutar de la bella tarde que vamos a pasar -dijo sonriendo Elsa, mientras le entregaba un casco a Anna. –¿Te apetece?

–Hagámoslo.

Viajaron en la moto por varios kilómetros hasta llegar a un condado vecino, en donde una enorme feria se había instalado. Pasearon tomadas de la mano, disfrutando de los juegos y los puestos de comida. Se tomaron un montón de fotos para recordar, lo ellas habían bautizado como:  su primera cita "oficial".

Tras todos los problemas que habían tenido, vivir ese momento en compañía de una amorosa, dulce y perfecta Elsa, parecía un sueño que finalmente se estaba haciendo realidad para Anna –¿Celebramos algo? -indago, sintiendo su corazón rebosando de felicidad mientras subían en la enorme rueda de la fortuna. La cual dejó atrás los miedo, celos, y el alcohol de por medio. Permitiendo que solo las acompañarán sus verdaderos y más profundos sentimientos.

–Supongo que el simple hecho de que estamos bien. Que mi mente y mi corazón están aprendiendo a asimilar y amar está nueva etapa en donde somos una pareja. Probablemente, el hecho de que quiero prometerte a ti, Anna, que jamás voy a permitir que nos separen.

–¿Nadie, nunca?

–Si así lo quieres, así será -afirmó antes de sacar de entre sus ropas una delgada sortija de oro,con un pequeño corazón rojo incrustado en el medio. –Pero debes saber que si aceptas mi juramento: será hasta que la muerte nos separe.

Aquella declaración sonaba tan romántica y perfecta, y sin embargo, algo, en lo más profundo de Anna, sintió… ¿miedo?...

Probablemente las inseguridades por su posición sanguínea le estaban jugando una mala pasada. Así que, prefirió ignorar esa sensación. No dejaría que sus miedos arruinaran este hermoso momento, en donde Elsa, su amada hermana, la mujer de sus sueños, le estaba prometiendo, con sortija en mano y una maravillosa sonrisa, que la amaría… para toda la vida.

–Acepto -respondió antes de alzar su mano izquierda.

La sonrisa de Elsa se ensanchó aún más, incluso el brillo en sus ojos parecía opacar el de las luces a su alrededor mientras deslizaba el anillo por el dedo anular de Anna. –Ahora, me perteneces -afirmó. Depositando un delicado beso sobre los labios de su hermana.