Diagnóstico: Probable Amnesia Disociativa.
Causa: Preocupación por un tremendo conflicto interno (como sentimientos de culpa por ciertos impulsos o acciones, dificultades interpersonales aparentemente imposibles de arreglar o crímenes cometidos).
Tratamiento: Apoyo emotivo, técnicas de meditación para la recuperación de memoria, entre otros.
Y sin embargo, ahí estaba, bajo los intensos rayos del sol, haciendo servicio comunitario en una de las localidades vecinas. Su madre la había castigado con 744 horas. Tiempo que emplearía para meditar y recordar. Y con ello, preparar una buena disculpa para Hans, quién siendo todo un caballero no contestó a ninguno de los golpes, por más rudos e insistentes que fueron.
Incluso con 384 horas que llevaba de castigo, Elsa seguía con la misma postura: No se disculparía con él. Porque todo había sido su culpa. De no haberse quitado la camisa aunque estuviera completamente manchada de residuos pegajosos, ella no hubiera malinterpretado la escena. Y pudo haber disfrutado del postre sorpresa que Anna le estaba preparando ese día. Por motivo de su primer mes de relación.
–Oye, Elsa -la llamó Honeymaren. Una de las chicas que está ahí por voluntad propia, y con la cual había iniciado una superficial amistad. –¿Por qué no has guardado tus cosas?
–Pero aún son las 3pm.
–Día feriado, ¿Recuerdas? Hoy salimos temprano.
–Tan despistada como siempre.
–Anna - La rubia sonrió involuntariamente al girarse y toparse con su hermana. Para esas fechas el golpe que recibió accidentalmente al intentar detenerla, ya ni se veía. Aunque eso aún no disminuía la culpa al enterarse de ese dato. A pesar de que la pelirroja le decía que no tenía relevancia. –¿Qué estás haciendo aquí?
–He venido por ti. Aunque: secuestrarte, sería la palabra correcta.
–Te has saltado la clase complementaria, ¿Cierto?
–Tenía que aprovechar que hoy sales temprano de "prisión". Estás semanas apenas y te he visto el rostro. Ya te extraño.
–Hacen una linda pareja -alago Honeymaren, esperando que se acordarán de su presencia.
Inmediatamente ambas chicas voltearon a verla. Elsa tenía una expresión entre sorpresa y terror. Mientras Ana, sonrió mostrando todos los dientes.
–Gracias. Por cierto soy Anna.
–Honeymare.
–Gracias por cuidar de mi… novia… -dijo con orgullo, dejando salir por primera vez esa palabra que afirmaba la relación entre Elsa y ella.
–Anna, qué estás diciendo….
–No pasa nada, Elsa. No es como que yo fuera cerrada de mente. Al contrario.
–Ves, cariño. No pasa nada -afirmó Anna, disfrutando de la desesperación de su hermana.
–Mi novio y yo, iremos por unas malteadas. ¿Les gustaría sumarse?
–Claro.
Elsa trató de colocar en su cara la mejor sonrisa que pudo, aunque por dentro era un manojo de nervios.
Solo esperaba no pasar de la amnesia disociativa a la demencia….
Aunque sentir la mano de Anna enredarse con la suya mientras caminaban por el sendero, charlando animadamente con otra persona, como si fuera una simple pareja más, la llenaban de un sentimiento al que no podía resistirse.
Ese sentimiento que probablemente le daría pase V.I.P. al manicomio, o a la cárcel, o quizás al infierno...
Sea cual fuera el resultado, sin duda: Valía la pena para ella...

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Quimera...
Diversos"¿Que límites estarías dispuesta a romper por ella?" "¡Todos!" - Afirmo Elsa sin dudar.