Mi Niño. MewGulf

17. Castigo

Gulf se despertó sintiendo como su espalda era atraída a el pecho del
mayor con sus fuertes brazos envueltos en su cintura.

Se removió estirándose perezoso. Mew frunció el ceño sintiendo el cosquilleo de los rizos en su cara.

—"Uhg, niño" —Se quejó y le dió la vuelta enterrando el rostro del rizado en su pecho apoyando su mentón en la cabeza. Siguió durmiendo.

—"Papi." —Restregó su nariz en el cuello con intención de despertarlo.

—"Sh, duerme bebé" —Murmuró con voz ronca.

—"Debes llevarme a casa para ir a la
universidad, Mew" —Dijo aún adormilado.

—"Puse la alarma, tu sigue durmiendo
y cuando suene te llevo, bebé" —Gulf
ronroneó complacido por las caricias
en su espalda y el calor del mayor
envolviendo su cuerpo haciendo querer obedecer y caer en los brazos de Morfeo.

Y así fue, siguió durmiendo.

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Cuando Gulf volvió a despertar por si solo, levantó su rostro mirando al mayor quien seguía durmiendo tranquilamente.

Supuso que tal vez había dormido solo un poco y la alarma estaba por sonar.

Supuso mal.

Se estiró un poco y tomó su celular con pereza.

Abrió ampliamente los ojos al ver la
hora. Era tarde, muy tarde, un ahora
tarde.

—"Mierda" —Murmuró y comenzó a levantarse.

Mew se despertó, abrió sus ojos y sonrió adormilado viendo como el rizado se vestía torpemente con sus rizos desordenados. Precioso.

—"¿Que haces, niño? —Preguntó levantándose.

—"¿Que, que hago?, voy a llegar muy tarde Mew dijiste que pusiste la alarma" —Dijo molesto.

Camino hasta el baño donde se lavó los dientes rápidamente y acomodó vagamente sus rizos. Mew llegó detrás
de él y lo abrazó por la espalda.

—"No te enojes, niño. Necesitábamos dormir" —Comenzó a dar besos en su hombro.

—"Lo dices tú qué ya tienes trabajo, estudiaste y tienes prácticamente tu vida resuelta. Yo aun tengo que estudiar y no puedo darme el lujo de faltar" —Se dió la vuelta para salir del baño pero Mew lo detuvo.

—"Tienes razón, mi error. Lo siento" —Se disculpó.

—"Okey, ahora llévame" —Mew asintió apretando los labios por qué Gulf se veía hermoso enojado.

—"Está bien, niño lindo"

Mew lo llevó rápidamente hasta la casa del rizado el cual se bajó a tomar su mochila y luego lo llevó a la universidad.

Gulf abrió la puerta del auto.

—"¡Eh!, ¿Y mi beso, niño mal educado?" —Lo detuvo el mayor con una ceja alzada.

—"NO"

—"¿No?" —El mayor lo miró confundido.

—"Es tu castigo" —Dijo con suficiencia.

—"¿Castigo?" —Frunció el ceño y sonrió de lado— "Castigo el que te voy a dar si no me besas ahora mismo antes de irte"

—"Tendré que recibirlo entonces" —Y antes de que Mew pudiese decirle lo insolente que estaba siendo Gulf salió de auto rápidamente.

Papi: Despídete de lo que conoces por
caminar

Niño: ¿Qué te hace pensar que te
dejaré tocarme, papi?