Death Note: ¡One shots, y más!

Lawliet; "The viewer"(completado)

Trabajabas pacíficamente desde tu silla, tecleando las últimas especificaciones de tu proyecto.
¿Esa extraña sensación, qué era?
Era similar a ser penetrado por una mirada, no muy lejana.
Tu corazón palpitaba ruidosamente debajo de tu carne. No era de esperarse, la facilidad con la que te exaltabas por mínimas cosas.
El se sintió algo culpable, últimamente habías dicho a tus amigas sobre cosas paranormales que te sucedían.
No era nada paranormal, era un muchacho ojeroso que seguía tus pasos, como una sombra.

— Ya acabé, permiso.- te levantaste rápidamente, la densidad del aire ya no te dejaba seguir trabajando normalmente.- Nos vemos el lunes Morgan.

— Hasta el lunes corazón, cuídate en el camino.- la mujer te saludo desde la entrada de la cocina, se veía agotada.

Saliste de la cafetería, caminando rápida y cuidadosamente.

La misma sensación se presentaba, debías detenerte ahí. Miraste a tu alrededor, ni una alma estaba presente. No imaginabas que carajo sería tan ágil como para quitar hasta el rastro de su mirada apenas lo buscarás.

—Deja de seguirme, ¿necesitas mi riñón? Pues, ya puedes llevártelo, pero deja de joder.- No es que fueras la persona más grosera todo el tiempo, pero el
consejo que te dio Morgan una vez, no salía de tu mente.

Flash back. ✿

—Bueno, supongo que si yo fuera tu, me aseguraría de que cualquier fantasma o demonio, me lleve a la muerte después de haberle insultado a todos sus ancestros.- una no sutil voz de mujer negra, con estilo y personalidad, rebotó por las paredes del local, haciendo a los clientes enfadarse.

— Dices...¿que no debo tener miedo? O al menos actuar como si no lo tuviera.

—No dije eso. Pero, si te ayuda, interprétalo como desees.- vació el café en la taza, sorbiendo, al acabar abrió la boca y, grito.- Y si no se trata de un fantasma o un demonio, ¡ponle una maldita orden de alejamiento a ese hijo de puta, que esperas!

—Primero debería atraparle con las manos en la masa...

Fin de flashback
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—Por favor, se que estás mirando.- Si no había nadie, seguro que harías el ridículo hablando con la nada.

—Disculpa. No quería incomodarte.

Disculpa.
Disculpa, una voz había respondido mágicamente a una estupidez que se te ocurrió decir.
Y es que pensabas que alguien estuviese detrás de tu todo este tiempo, al menos no estabas segura antes. Bueno, en este momento si que lo estás.

Te diste la vuelta hacia una parte oscura de la calle.
Ahí mismo yacía un hombre que parecía camuflarse en la oscuridad. Poca confianza inspiraba verle ahí, y como si leyese tu mente, dio algunos pasos hasta quedar frente a un poste de luz. Ya iluminado, el hombre no daba tanto miedo. Si no incertidumbre, saber por que y como había estado siguiéndote y espiándote.

—Disculpa, es un grave delito el acoso. Por favor deja de seguirme.- tus palabras parecían flaquear.

—Consciente de que es un delito, estoy.- hace una pausa e intenta argumentar.- más sin embargo, puedo asegurarte que no deseo dañarte.

—No tienes prueba de ello. Vete antes de que llame a la policía.- sujetaste tu bolso, con tu pc dentro, con más fuerza.

—Mañana.
—¿Eh?
—Tengamos una... cita, eso.