Capítulo XI

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"Quiero que no camines a mi lado. Quiero que bailes conmigo para siempre." (Liz Cielo).

Se sentía hipnotizada con cada movimiento que ejecutaba la nueva pareja de baile, con tan solo un día de ensayo mostraban que hacían un gran equipo, se entendían cuando debían hacer los giros, cargadas y movimientos coordinados, no cabía duda, iban a dar una buena presentación en el concurso Dancing a la Carte y una oportunidad legítima para encaminarse hacia algo más profesional e internacional. Se imaginaba que Andrea ya tenía eso en mente por el brillo visionario impregnado en sus ojos, la bailarina no se equivocaba, Kara lo podía sentir en cada fibra de su cuerpo, admiraba la expresión pasional expuesta en el fascinante rostro de Lena, era increíble como todo había cambiado en tan solo unos meses, le quitaba el aliento, esa joven de la que cayó enamorada sin remedio, parecía otra.

Hizo un pequeño video para mostrárselo más adelante a Elizabeth, tenía que ver con ojos propios el futuro espléndido de su hija; pronto no solo la verían en sus ensayos, también lo harían desde algún asiento de los más importantes anfiteatros, era una estrella y podría repetirlo hasta el cansancio, podrían cortarle la lengua que seguiría diciéndolo. Dejó escapar un suspiro profundo mientras miraba como se disculpaba entre risas por haber golpeado sin querer a su compañero en una costilla, enfocó sus ojos en aquella sonrisa sincera y en esos labios que hacía unas horas atrás besó. "Es el tipo de beso que inspira a las estrellas a subir al cielo para iluminar el mundo." (Tahereh Mafi).

Debía enamorarla, hacerla sentir todo lo que su corazón le gritaba cuando la veía, su primer bello amor y esperaba que este fuese el último. Lo consideraba como un amor agitado que se asimilaba a una composición del maestro Strauss, digno de escuchar con el corazón abierto.

— Se nota que estás enamorada de ella — la sorprendió Andrea, en sus labios tenía una pequeña sonrisa cómplice — Sé que no somos unidas, pero debo decir que nunca te había visto así — Kara sonrió bajando la mirada.

— Es la primera vez que me enamoro, Andrea — miró a Lena concentrarse para hacer un giro.

— ¿Lena lo sabe? — la rubia asintió ampliando más su sonrisa — Esa sonrisa significa que te corresponde, ¿cierto?

— Sí, tengo mucha suerte de que así sea — no iba a ventilar algo más — Hacen una excelente pareja de baile, ¿no lo crees?

— Puedo sentir el triunfo, ni siquiera con su antigua pareja se entendía tan bien como lo hace con Lena — cruzó sus brazos con una sonrisa — Son espectaculares, tenemos mucha ventaja de que Lena aprende rápido, no se notará la diferencia con las demás parejas.

— Así como la vez es una genio, no exagero — sonrió cuando la ojiverde hizo contacto visual con ellas. Andrea asintió con una sonrisa convencida.

— ¡Es todo por hoy, chicos! — aplaudió deteniendo la música — Lo han hecho fantástico, tienen una química increíble. Parece que con Lena no tienes dificultades para bailar bien tango, William — él se puso a reír mirándolas.

— Con Lena me siento muy cómodo, Andrea — sonrió secándose el sudor con la toalla — Estoy seguro que ganaremos — Lena le sonrió emocionada acercándose a Kara que le tenía de nuevo una botella de agua.

— De eso estoy segura, para el año nuevo tendremos nuevo trofeo — les sonrió con las manos en la cintura — Mañana empezaremos con el cha-cha-chá, así que los quiero bien descansados — ambos asintieron despidiéndose de la bailarina.

— Nos vemos mañana, chicas. Jack y mi hijo me esperan afuera para ir al cine — se despidió de ellas con un beso en la mejilla corriendo prácticamente hacia la salida.

— Es un amor — le comentó Lena a Kara entre risas tapando la botella.

— ¿Cómo te sientes? — le preguntó con suavidad quitándose su gabardina para dársela a Lena — Afuera hace frío, no quiero que te resfríes.

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