Extra

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¡Damas y caballeros, con ustedes, la campeona mundial y grandiosa Lena Walsh! —anunciaron.

El Palace Theatre, Londres, la recibía entre numerosos aplausos, iniciaba una nueva competencia de baile. Esta vez no estaba participando, estaba haciendo la inauguración, había tomado como decisión; dedicarse a su vida directora en su academia de baile y como CFO en ZA. Corp. Quería tener una vida tranquila al lado de su amada rubia, Kara Zorel que, precisamente estaba en primera fila viéndola bailar como le gustaba hacerlo siempre en sus ensayos. Le había costado un año volver a hacer que Kara confiara en ella, un precio justo a pagar y fue saldado. Ya no eran amigas con una no relación, era su novia, finalmente lo era, tenían a penas tres meses de haberlo oficializado. Su baile terminó recibiendo de nuevo una gran cantidad de aplausos en pie, les tiró un beso, una leve inclinación y se retiró hacia el backstage para cambiarse, tenían un vuelo que tomar, Winn y Lucy se iban a casar después de tantas dudas le pusieron fecha y hora.

—Estuviste fantástica, preciosa —la abrazó por atrás una vez que entró al backstage.

—Pensaba en ti cuando bailaba —se giró entre sus brazos para abrazarla por su cuello y Kara la besó con los ojos cerrados —Me encanta cuando me besas así, me dan ganas de volar a casa y encerrarnos en la habitación.

—Me encantaría concretar esa idea si no tuviéramos que tomar el avión —arrugó su nariz haciéndola reír y le besó su frente —Te amo, Lee…

—Te amo más, amor —le dio un último beso separándose de ella para cambiarse. Kara tomó asiento en el sofá mirando como se cambiaba.

Kara sonreía completamente enamorada, un año de tantas luchas para ambas, necesitaban acostumbrarse a su nueva vida en Londres, nuevas personas, horarios, comidas, entre otras. Hasta a Eames y Dempsey les había costado un poco adaptarse después de un largo viaje en avión hasta ellas. Su vida como artista se le estaba dando muy bien, ya tenía participación en grandes galerías y sus obras originales eran compradas a un precio más elevado, estaban valorando su arte, también escribía un libro en secreto. Miraba la hermosa silueta de Lena con esmero, una que había dibujado tantas veces con sus manos a la hora de hacerle el amor, o replicarlo a un lienzo en blanco. Se sentía feliz de que no estuvieran estancadas como lo estuvieron en LA, era diferente, bastante diferente, tenían grandes avances como pareja.

—Me voy a gastar si sigues mirándome así, cariño —bromeó mirándola a través del espejo terminando de colocarse la gabardina.

—Podría mirarte horas —se levantó para ayudarle a acomodar su cabello— Eres la estrella más hermosa que hay en este Universo.

—Me derriten sus palabras, Kara Dickinson —Kara le sonrió brindándole su brazo para salir del backstage —¿Qué te han dichos mis suegros sobre Lillian, mi amor?

—Oh, sí, casi lo olvidaba, Lillian fue arrestada por intentar asesinar a Lionel, papá me dijo que la sentenciaron a cinco años de prisión.

—Espero que mi padre se encuentre bien —Lena le dio una pequeña oportunidad para que entrara en su vida.

—Sí, no te preocupes —salieron tomadas de la mano hacia el auto— Por lo menos sabemos que él está cambiando ahora que intenta conquistar a Elizabeth, ¿crees que lo logre?

—No lo logrará, amor —comenzó a reírse— A mamá le gusta su viejo compañero de secundaria, están saliendo según me contó abuela Eleonor.

—Me alegra que sea así, se merece ser muy feliz —le abrió la puerta con una sonrisa.

—Gracias, mi amor —le tiró un beso ingresando al auto— ¿Ya hablaste con tú amiga Diana?

—Sí, sabes que Prince ama a Eames y a Dempsey, aceptó cuidarlos —Lena sonrió satisfecha.

El Amor En Un Compás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora