Capítulo XVII

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"Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad errante hasta tu compañía!" (Pablo Neruda).

Había contado los días para que el año nuevo llegara y así volver, sí, se divirtió mucho con sus tíos, amó la familia de Noon, la trataron como si fuera un miembro más, pero era momento de volver a su país, no necesitaba enumerar qué le hacía falta, o quiénes. Cada noche soñaba con su regreso, bueno, ya no se trataba solo de un sueño, se encontraba abordando el avión rumbo a los Estados Unidos; sería un viaje largo (directo), que valdría de nuevo la pena. Nuevamente escogió irse en clase ejecutiva, acomodó su equipaje, sacó su portátil, ingresó a su correo y se puso a revisar los nuevos que tenía en su bandeja de entrada, gracias al Wifi que pagó en el avión. Le llamó la atención que tuviera uno de su mejor amigo, nunca se enviaban correos, solo mensajes de texto. Le dio un click con el trackpad, a penas leyó el asunto, su corazón comenzó a latir con mucha fuerza, se trataba de Lena abriendo los regalos navideños. Descargó el video sin importarle que se le fuera su único mega disponible, espero unos cuantos minutos con impaciencia hasta que por fin lo tuvo en sus descargas, buscó sus audífonos en el estuche de la portátil, los colocó con algo torpeza y le dio reproducir.

Solo le prestaba atención a las diversas reacciones de Lena, Dios, cuánto la amaba, su corazón se regocijaba de alegría con tan solo verla tan feliz, como si su alegría fuera propia. Tenía su vista nublada por las lágrimas llenas que llenaron sus ojos de emoción, su amada ojiverde mostró su parte infantil, su infancia no fue la mejor, para nada, tenía derecho que esa importante sanara aunque sea un poco. Kara quería darle más navidades como esas, hacerla inmensamente feliz, si pudiera le regalaría el mundo entero. Observó con especial atención el momento que abría su regalo, su corazón se detuvo y casi se colocó la portátil lo más cerca posible para ver cómo reaccionaba.

— Sabía que dirías eso — murmuró para sí misma con una pequeña risa — Esa cadena solo es un agregado a tú verdadera belleza, mi Lee. Espero que te haya gustado el poema — suspiró con una sonrisa.

No supo cuánto tiempo pasó viendo el video que, nada más vio como azafata acercarse con el carrito donde traía su merienda antes de cenar.

— Vielen Dank — le dio las gracias con una sonrisa dejando sus cosas en el asiento vacío a su lado y dejó que colocara todo en la pequeña mesita plegable.

— Gern geschehen — (De nada). Le sonrió y se retiró con el carrito para servirle a los demás pasajeros de clase turista.

Comenzó a tomar su merienda mirando a través de la ventanilla, deseaba que las horas pasaran irónicamente volando para estar en su país. Ellos ya sabían a qué hora estaría arribando, sabía que estarían ahí para recibirla con gran euforia, los amaba y no imaginaba su vida sin ellos.

Estaba inquieta, iba de un lado al otro en su trabajo, tenía una hiperactividad enorme por saber que estaba a horas de encontrarse con el amor de su vida. Atendía a los clientes en piloto automático, casi robándole los clientes a sus compañeros, algunos se molestaban y otros comprendían lo que la motivaba a hacerlo. Megan, su jefa, solo la miraba divertida apoyada desde el umbral de su oficina, mientras miraba a sus demás colaboradores acomodar las prendas nuevas en los ganchos para ser exhibidas. Cuando Kara la llevó por primera vez para comprarle ropa nueva y demás, lo siguió en su corazón, hasta se lo comentó a su esposo John, presentía que las dos iba a quedar completamente enamoradas, era cuestión de tiempo para que sucediera.

Lena cambió de oficio, estaba tratando de consumir sus energías barriendo con rapidez y a la vez limpiaba el mostrador tratando de no dejar nada sucio a su paso. En cada acción que ejercía la bella cadena salía a relucir, aunque el dije fuera pequeño, se notaba mucho las esmeraldas, no lo hacía al propio, a esta le gustaba salir de su escondite cada vez que podía. Desde el día que lo recibió, no se quitaba ni para bañarse, sentía que le daba fuerzas y mucha suerte.

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