Maldita Sonrisa (Olivarry)

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Sonrisa...

Una maldita y dulce sonrisa...

Una sonrisa que te hace olvidar todo lo malo y te trae de nuevo los mejores recuerdos. Esa inocente, tierna y pura sonrisa... Su sonrisa...

Cada mañana me pregunto, ¿Cuándo podré ser el hombre que provoque esa sonrisa? Pienso que, yo podría hacerlo feliz.

Trato de acercarme, pero siempre está corriendo, ¿Irónico, cierto? Un simple vigilante como yo enamorado de un heroico velocista, como si un amor así pudiese ser posible.

Aún así, no pierdo la esperanza de estar junto a él.

Esta mañana, el único pensamiento que rondaba por mi mente era que hoy era el día, se lo iba a confesar... Pero todo eso se esfumo tan pronto cuando lo vi entrar de la mano con Iris.

No entendía que veía en ella, solo era una chica como las demás, aunque mil veces más irritante, ¡¿Cómo explicar su amor por Iris! Cada vez que le interrogaba, su respuesta era la misma: —Ya no estoy enamorado —. Pura mentira. Esas miradas cómplices, esas irregulares fugas a lugares que ni siquiera quiero imaginar, era claro, estaban juntos.

Esos dos habían estado inseparables desde los últimos meses, Iris se veía cada vez más sonriente y eso a Barry solo lo ponía más feliz. Traté de preguntarle al equipo, pero no tenían ni idea de qué sucedía entre ellos. Ahora, la poca esperanza que tenía, se estaba perdiendo...

—¡Maldita sea! —grité.

Estaba furioso, ni siquiera hice caso a los llamados de los demás para saber que sucedía, solo quería salir de los laboratorios lo más rápido posible.

Seguramente anunciarían su "esperada" relación, ¿Qué digo? Nadie la espera, todos odiamos a Iris. Pero si Barry está enamorado, aunque eso me esté quemando por dentro, voy a tolerar esa relación.

No pude poner ni un pie en la salida, antes de que Barry me acorralara contra la pared.

—¡¿Qué sucede contigo?! —gritó desesperado—, ¡¿Estás bien?! —se notaba su preocupación hacia mí.

Puede que exagerara un poco al maldecir enfrente de todos. Pero, era muy lindo que se preocupara así por mi, me demostraba que era un buen pasivo.

—No pasa nada, Barry, solo —me tomé un momento para meditar mis palabras—... Estoy estresado.

—Eres un mentiroso —Ladeó la cabeza, sonriendo un poco.

Esa sonrisa juguetona, en vez de hacerme sentir mejor, solo me hacía sentir peor. En el fondo, sabía que el dueño de esas sonrisas no sería yo.

—No pasa nada, Barry, enserio —susurré, sintiendo un leve ardor en mis mejillas. La corta distancia entre nosotros comenzaba a afectarme.

¡¿Cómo demonios iba a resistirme a besar esos carnosos labios estando a tan corta distancia?! ¡No era posible!

—... Si no quieres decirme esta bien, pero aquí voy a estar si me necesitas —su sonrisa cambió a una de tristeza, dándose la vuelta para irse. Y, a causa de eso, sentí como si una estaca se clavara en mi corazón.

—Barry... —lo llamé. Volteó, con la misma sonrisa reflejada en su rostro, solo que esta vez tenía una mirada que no pude interpretar.

—Iris y yo daremos una noticia, es importante —me extendió la mano—, ¿Podrías estar presente? —lo dijo de un tono que, aunque quisiera, no podía negarme.

Asentí acercando mi mano. Una leve descarga tocó mi dedo índice, subí mi mirada, y allí estaba esa hermosa sonrisa que me hizo enamorarme desde la primera vez que lo vi.

ONE SHOTS - ARROWVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora