⠀⠀Capitulo 5

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Muevo la punta de mi dedo índice por el borde de la taza, mirando por sobre ella los ojos color avellana de Jia, aun mirándome con incredulidad

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Muevo la punta de mi dedo índice por el borde de la taza, mirando por sobre ella los ojos color avellana de Jia, aun mirándome con incredulidad. Le he contado lo que pasó esta madrugada y se ha quedado petrificada.

—¿No vas a decir algo? —inquiero.

Jia suspira, echándose hacia atrás en su silla.

—Joder —expulsa y casi rio, sintiendo lástima por mí mismo—. ¿Esto es buena o mala suerte?

—No lo sé.

—Ni siquiera has dormido —nota, su voz sonando más suave—. Jungkook, cualquier pensamiento que tengas sobre esto, debes detenerlo un momento y dormir, no te hará bien. Debes volver al trabajo en la noche, ¿verdad?

—Sí, pero es que no puedo, Jia. —Me retrepo en la silla, abrazando la taza con mis manos entrelazadas, quemándome—. Imagino tantos escenarios. Debí de haber vuelto y hablar con Taehyung a solas, o debí quedarme, o hice bien en irme. Hay una maldita contradicción en mi mente que no puedo controlar. Quiero dormir y no puedo —culmino, ahogándoseme la voz. Hablar de lo que siento nunca es demasiado fácil, ni siquiera con ella, quién ha estado más de cuatro años junto a mí, escuchándome.

—Y cuando imaginas subiendo a hablar con él, ¿Taehyung te perdona?

—No, a veces no —respondo enseguida. Jia frunce el ceño y continuo—: A veces imagino que me da un puñetazo, me perdona y desaparece. En otras, me da el mismo puñetazo, me maldice y desaparece. Siempre desaparece.

—Y no quieres que desaparezca porque aún sigues queriéndolo.

—Soy demasiado cobarde. —Los ojos los tengo aguados y me limpio las comisuras antes de que resbalen por mis mejillas—. Lo quiero y no lo quiero. Deseo, necesito hablar con él, pero tengo miedo.

—¿Miedo de...?

Me encojo de hombros.

—De que no me perdone, o de que lo haga. Si no me perdona, seguiré sintiéndome culpable por el resto de mi vida y si lo hace... Si lo hace, desearé que las cosas vuelvan a estar bien entre nosotros.

—Ay, Jeon —suspira, alargo sus manos para tomar las mías—. Como dijo tu psicóloga: un paso a la vez. Tu mismo dices mucho eso, ¿no? Me parece que antes de cualquier cosa, debes disculparte.

—Tal vez no vuelva a verlo. Es decir, ¿después de encontrarse conmigo crees que va a volver?

—Existen las redes sociales. Has visto su perfil un par de veces, ¿no?

Me sonrojo violentamente, casi riendo a carcajadas.

—No, no haré eso. No soy capaz.

—Bien —dice, volviendo hacia atrás para darle un sorbo a su café. Bajo mi nariz tengo un té de manzanilla que me hace dar ganas de vomitar y me lo tomo de a poco. Jia dice que es bueno para dormir, pero hasta el momento no me he sentido más somnoliento de lo usual—. ¿Y qué tal que vaya? ¿Qué casualmente te lo encuentres? Debes disculparte, ¿no?

después del odio » taekooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora