⠀⠀Capitulo 14

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Sigo sin poder creer que Jia esté embarazada, más que yo haya olvidado el dinero de Taehyung

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Sigo sin poder creer que Jia esté embarazada, más que yo haya olvidado el dinero de Taehyung. Adentro del sobre, debe haber más de tres mil dólares y pienso que sería suficiente para solucionar mis problemas, sin embargo, no es mío y debo entregarlo. La idea de quedarme con algo ajeno, sobre todo si se trata de dinero, me hace sentir incómodo, como un vil ladrón.

He pensado que, en lugar de ir al edificio de Taehyung, puedo pedirle a Jinyoung que se lo lleve. El problema es que no sé como hacerlo. Él es mi jefe y no mi amigo, mucho menos un conocido. Él me aborrece. Pero es la única alternativa, porque todo el rollo de pedirle el número de Taehyung y organizar algún otro encuentro, me hace querer volarme la cabeza.

Aun así, aquí estoy, a unos pocos pasos de la oficina de Jinyoung, quién está junto a la de Yugyeom. Espero que Yugyeom no esté en el piso o terminaré con un paro cardiaco. Sigo evitándolo desde la última vez que nos acostamos. A pesar de sus intentos por acercarse a mí, prefiero mantener la distancia. En realidad, temo que, en cuanto me vuelva a abrir los brazos, caeré de inmediato. No estoy enamorado, solamente fascinado.

Falta poco tiempo para que comience mi turno y cierro los ojos, inhalando y exhalando lento, preparándome para entrar a esa oficina. Sé que Jinyoung debe estar ahí porque escucho algo de ruido. Solo espero que no esté demasiado ocupado.

Camino lento, dubitativo, toco la puerta y la empujo un poco, asomándome por una rendija. Jinyoung tiene el teléfono en el oído y alza la mirada en cuanto entro. Un pie dentro y otro afuera por si decide no atenderme, sin embargo, hace un gesto con la mano para que siga y lo hago, pasando saliva de forma nerviosa.

Me quedo de pie frente a su escritorio por unos segundos, aun intentando mantener la respiración en orden. Cuando cuelga, lo observo organizarse la corbata y echarse para atrás, con una expresión tétrica en el rostro.

—¿Sí?

Me humedezco la garganta, exhalando bajito. ¿Cómo iba a decirlo? Pasé casi una hora memorizando las palabras "correctas" y ahora no recuerdo nada.

—Yo... —Inhalo, medio tembloroso—. Me preguntaba si podría pedirte un favor.

Enarca una ceja, mostrado más un gesto divertido que de confusión, incluso de enojo.

—¿Un favor?

—Es un favor personal. Sé que no estoy en posición ni mucho menos en el momento indicado para pedírtelo, pero es importante. —Me callo un momento, por si va a decir algo, sin embargo, él solo me observa en silencio y prosigo—: Fui a casa de Taehyung el jueves y olvidé entregarle un dinero. Creí que si tú podrías hacerlo, sería más sencillo para los dos. Pero si no puedes está bien, buscaré otra manera.

Se recuesta más en su sillón, meditabundo.

—Dejar algo tan importante como el dinero en otras manos que no sea su dueño es un poco atrevido, ¿no crees? —cuestiona y frunzo el ceño. Por supuesto que lo sé, sin embargo, fue mi primera opción—. Pienso que, si quieres hacer lo correcto, deberías de entregárselo tú personalmente.

después del odio » taekooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora