Como sol de primavera, así se sintió tener sexo con Yugyeom. Ni siquiera estoy seguro de llamarlo así, porque suena insípido y morboso. La forma en cómo me acarició, me besó y me hizo sentir seguro, fue más que sexo. Al comienzo entendió que quisiera detenerme cuando no me sentí del todo cómodo por la forma en que me tocaba, tan cariñosa y especial que me hacía sentir ajeno. Lo comprendió y esperó hasta que estuve de acuerdo en seguir.
No quedamos a medias como Mark.
No fue brusco ni algo inerte como Taehyung.
Yugyeom fue una dulzura que no creí merecer y aún sigo atónito por eso, tanto que no he parado de sonreír. Por primera vez en mucho tiempo he disfrutado de algo real y me ha encantado, aunque también me he arrepentido. Es lo que pasa conmigo, que no puedo estar del todo feliz por algo que me suceda. Intento trabajar en eso y no pensar demasiado. Todavía temo encontrarme a Yugyeom por ahí, lo que pasará tarde o temprano.
—Jeon, cuarto piso. Habitación cinco. —Espero que el barman ordene el pedido, sin embargo, se entretiene con otra persona. Después, cuando me vuelve a ver, frunce el ceño—. Sube. No pidieron nada.
—¿Entonces...?
Se encoge de hombros, insinuando con la mirada que tal vez sea para eso. Ir a una habitación sin ningún pedido, puede ser señal de que te quieran a ti. Eso me hace acelerar el corazón y, probablemente, sonrojar. Tomo una bocana de aire y el barman me da un chupito como regalo, cosa que aprecio un montón porque lo necesito.
En el ascensor, me miro al espejo y me arreglo un poco. Espero no sea la misma mujer de hace semanas, aquella que pensé tenía intenciones de hablar y resultó hambrienta de sexo. Lo que no está mal, pero no es mi tipo.
Toco dos veces y abro la puerta de la habitación. Adentro hay una mujer que viste un elegante vestido dorado que se desparrama en el suelo, con una abertura en su muslo izquierdo hasta abajo. Ella está casi sentada sobre el chico y se mueve cuando cierro la puerta, terminando de cuchichear algo en el oído del contrario. Mis ojos pasan rápidamente de ella a aquellos ojos color miel que se convierten en fuego.
Desearía dejar de encontrarnos así.
—Llegaste —suelta la chica, reponiéndose en el sofá, no muy lejos de Taehyung—. Primero: ese uniforme te queda espectacular. Segundo...
—¿No dijiste que la decisión era de los dos? —la interrumpe Taehyung, mirándola con recelo.
—Eso dije.
—¿Entonces por qué él está aquí? —No me mira, es como si yo fuera un fantasma. Taehyung alarga su mano sobre la mesa y toma una tableta—. Hay mejores chicos que él, busquemos a otra persona.
De acuerdo, eso sí me ha ofendido.
—Taehyung, no seas grosero. —La mujer me mira, sonriendo un poco—. ¿Por qué no te sientas, cariño?
ESTÁS LEYENDO
después del odio » taekooktae
Fanfiction❝En los años de juventud, Jungkook hizo pedazos el corazón de Taehyung. Cinco años después, el destino los pone en un mismo camino. Aunque piensen que la vida los está atormentando, lo cierto es que les está dando la oportunidad de sanar heridas y s...