Superman - Jenlisa Gip

Capitulo 9

"Si, llevo dos semanas saliendo con la bruja mala del oeste o como la llama mi hermana, Maléfica. Se preguntan ¿cómo es?, y me tomaré la libertad de contestar, ¡es grandioso!, la he llevado al cine, a restaurantes, a parques, a conciertos, a teatros y playas, siempre pasando a su casa por ella y dejándola en la misma, he perdido la cuenta de los besos que hemos compartido, pero el sentimiento sigue siendo igual que el primero que compartimos. Todavía no es mi novia, sólo estoy pensando como pedírselo, los chicos no saben nada aunque creo que Nayeon y Jisoo lo sospechan, si me preguntan jamas negaría algo, mis padres lo saben por lo mismo Sorn lo sabe. "

Estaban en clase de historia del arte, mismo que compartían Nayeon, Jennie y Lisa, el profesor hablaba tratando de explicar algo, pero la atención de la rubia estaba en cierta chica pálida sentada frente a ella. La rubia no lo podía evitar, rompió un trozo de papel de su libreta, tomando un bolígrafo negro para escribir "Hola " algo simple para sacar a flote una conversación. Con cuidado de que el profesor no la viera puso el papel encima del escritorio de Jennie, esta vio el papel extrañada pero lo abrió con cuidado, lo respondió pasándolo rápido. Esta lo abrió
" Manoban, ¿vas a estar mirándome toda la clase?" Lisa sonrió al ver la respuesta, contesto y paso el papel, " La platica del profesor no es interesante " Jennie leyó y sonrió para escribir otra cosa pasando el papel con cuidado a la rubia. "¿Dices que soy mas interesante que las artes en Europa de 1846?" la rubia miró y pensó que contestar, con satisfacción pasó el papel de nuevo, la coreana lo abrió para que un leve rubor abarcara sus mejillas " Eres mas interesante que todo. " el papel no llegó de vuelta y la clase termino. Lisa seguía a la pelinegra hasta su casillero, era hora de salida, se ofreció a llevarla a su casa, Marco le regaló la camioneta a cambio de trabajar en la granja por las tardes cosa que no era un problema para la rubia, observo como la coreana tenia muchos libros en su mochila le dijo.

-¿Quieres que lleve tu mochila?- preguntó simpática.

-No es necesario- respondió la coreana con su ceño fruncido.

-Yo creo que si- aclaró la rubia tomando la mochila sin permiso, subiéndola a su hombro junto con la suya.

-Contigo no se puede, Manoban. Ambas caminaron hasta el estacionamiento, no caminaron mucho pues la camioneta estaba cerca, la rubia abrió la puerta del copiloto para la pelinegra, puso las mochilas en la parte trasera y subió para encenderla. El camino era tranquilo, la conversación era fluida y divertida, el tiempo paso rápido cuando llegaron a la casa Kim, Lisa bajó de la camioneta para tomar la mochila negra de la coreana abriendo la puerta para ella, la acompaño hasta la puerta de su hogar.

-¿Vendrás hoy?-pregunto Lisa.

-Si, estaré ahí-afirmó. Era vienes, Rosé, Bambam y Lisa habían organizado una reunión en la granja Manoban, sería para pasar el rato y divertirse, también estarían Nayeon y Jisoo, un momento de amigos.

-Estas hermosa- habló la rubia sacando al fin lo que había pensado todo el día, las dos se habían arreglado un poco mas ese día, desde que estaban saliendo lo hacían, la coreana tenia una blusa negra entallada, con falda del mismo color y unas pequeñas botas de tacón.

-Tú.. no estas tan mal- dijo la pelinegra con una media sonrisa, Lisa vestía un pantalón azul marino entallado, converse de igual color, una camisa blanca con un saco gris, y un reloj negro en su muñeca, le quedaba bastante bien.

-Así que.. no estoy mal- inquirió la rubia con una sonrisa tomando a la pelinegra de la cintura -¿Es un cumplido Kim?- sus narices se rosaban.

-Tal vez, Manoban- pronunció la coreana con una sonrisa seductora tomando el cuello de la rubia para atraerla a sus labios, el beso fue corto para separarse y verse fijamente, tomándose el tiempo de inclinarse por otro, pero el sonido de la perilla las hizo separarse. La puerta se abrio para ver a la señora Kim quien sonreía ampliamente, volvió la vista a su hija y después a la rubia, unas veces así, viendo el corto espacio que las separaba se alejaron un poco mas.