Capitulo 24

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Al despertar la pelinegra bostezo estirando sus brazos, se sentó en la cama para observar el cuerpo a su lado. Pensó en cuantos días por su trabajo se había perdido la imagen que tenía frente a sus ojos, soltó un suspiro que se convirtió en sonrisa. No podía tener una prometida más linda.  El verla ahí acostada boca arriba con la manta cubriendo apenas la mitad inferior de su cuerpo, y su cabello esparcido por toda su almohada dandole un toque cautivador, que no terminaba hasta que veía su rostro reflejando tanta serenidad y paz. No se resistió en pasar su mano pálida por el firme abdomen de su amante, viendo que esta hacia un puchero al sentir lo frió de su piel contra su calidez.  Se fue acomodando encima, hasta que sus pechos desnudos se encontraron. La coreana comenzó a regalarle pequeños besos en la oreja, para bajar a su mandíbula y llegar a su cuello donde se esmero un tanto más. La rubia que poco a poco iba abriendo los ojos, y no podia encantarse más con la vista que tenía. 

-Dime que rayos es lo tengo que hacer para despertar todos los días asi.  La pelinegra esbozo una sonrisa enterrándose más en el pecho de la rubia, dejando un pequeño sendero de besos por ahi mismo. Tomándola de la cintura para que no se moviera, levanto su vista hasta conectarla con el marrón llamativo que le fascinaba. 

-Mudate conmigo, hoy mismo. 

-¿Qu...Que?- preguntó la rubia con un rubor asomándose en sus mejillas -Tan, tan repentino. A tu casa... mudarme. ¿En serio? 

-No es una pregunta, Lili. Estoy avisándote que vivirás conmigo- murmuró la coreana uniendo sus cuerpos más fuerte percatándose de que cierta parte comenzaba a despertar -La mudanza llega a las seis.  La rubia reprimió un gemido mordiéndose el labio inferior, mientras se retorcía bajo su pareja 

-No crees que es algo apresurado, apenas nos vamos a cas..- logró articular antes de jadear por una mano en su miembro 

-¿Que te dije anoche repetidas veces, cuando hacíamos el amor sin parar en la ducha y luego aquí?  Lisa no se resistió a enrollar sus brazos en la cintura de su amante, cuando esta se esmeraba con su parte intima 

-Que...- gimió -Soy tuya. 

-Si, eres mía- afirmó la coreana deleitándose con las innumerables expresiones adorables que hacia su prometida cuando estaba apunto de llegar al punto máximo de placer -Por eso tienes que estar en mi casa, como mi prometida y futura esposa. Se mía. 

... 

-¿Entonces qué pasó?- preguntó Bambam que sudaba a gotas por el rostro -¡¿Es malo?! ¡¿Te descubrieron?!- intuyó desgarrándose la garganta en un grito -¡Dime que paso mujer, que! ¡Diablos, habla! 

-Calma al maniático, Lili- habló la coreana que estaba recargada en la mesa -Si sigue gritando asi lo amarrare a la silla, con cinta en la boca.

-Jennie te recuerdo que tu fuiste la de la grandiosa idea de poner- alegó Naye viendo su celular para leer -Granero Manoban, URGENTE. AHORA. 

-Bueno, antes que nada quiero informar que son buenas noticias- anunció la pelinegra viendo a toda la junta suspirar -No sean nenas, los ocupaba aquí rápido. 

-Oh, es sobre el debate de los millones que ganaría Lis si se deja hacer una sesión por CalvinKlein- comentó el chico castaño mirando a la rubia -Porque déjame decir que es una muy buena propuesta y muchos fanáticos, ya sabes... estarían encantados de verte en ropa interior. 

Y ahí esta otra vez Bambam siempre con sus comentarios muy gay, aunque de estos sacaba probecho lo hacía más visible a las conquistas de una noche o un mes, pero... En este momento no era ningún chico desconosido, Jennie lo ahorcaba hasta el punto en que su rostro se volvia violeta. 

Superman - Jenlisa GipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora