Los Host's

Capitulo 18: Tu lugar.

Los vidrios del vagón estaban empañados, el calor en el pequeño lugar era intenso, los cuerpo de los dos jóvenes desnudos frotándose, la fricción de la piel necesitada de atención era predominante en la situación.

—Al fin se hace justicia —decía el Pelinegro besando entre los senos de la rubia descendiendo de manera lenta— tantas veces te soñé así, y tantas veces tu me viste sin ropa ya era justo que me tocará ver tu tersa piel.

Bajo besando hasta su ombligo, Eun Na se retorcía mordiendo sus labios disfrutando del contacto.

—¿Qué deseas que te haga linda?

Abrió las piernas para quedar justo en medio de el delicioso bocado que el Pelinegro ansiaba, sintió que Eun Na le jalo el cabello para levantar su mirada.

—No vine hasta Noruega para ser follada por un Host's, quiero que me folle Jungkook.

La sonrisa perlada de Jungkook adorno su rostro, se relamió los labios para volver a la entrepierna de la joven, dio una lamida desde el inicio de la vagina hasta el clítoris, mordió un poco los labios vaginales y comenzó a succionar.

—Mmmh Jungkook— arañaba los hombros musculosos de su pareja — ¡Dios!

Jungkook salió de entre las piernas para acomodarse en el sillón sobre de ella, se estiró un poco para sacar de su maleta el preservativo, colocándose lo hábilmente con una mano mientras seguía dando atención a la piel blanquecina del cuello de Eun Na.

La rubia busco los labios de Jungkook para besarlo esperando que terminara de alinearse para que entrara en ella, las lenguas danzaban de manera erótica entre ambos haciendo que Eun Na sintiera el pequeño sabor salado de su propia lubricación. Cuando al fin sintió que entraba el poderoso miembro del Pelinegro, no pudo evitar rasgar la marcada espalda con sus delicadas uñas, haciendo que el bombeo en su interior se intensificará.

—Te sientes tan bien, mucho mejor de lo que hubiera imaginado —Jungkook miro directo a los ojos de la rubia levantando su muslo para poder entrar mejor en ella —no dejes que ya nadie disfrute de ti.

Hundió su nariz en el cuello de esta para gruñir al sentir como apretaba su miembro por el anunciante orgasmo.

—Prometo solo gemir tu nombre Jungkook.

Sintió la sonrisa de victoria en su cuello, la manera lenta en que Jungkook se lo hacía le fascinaba, está centrado en darle todo el placer a ella, disfrutando de la sensación de estar con alguien más allá de lo carnal, más allá de solo sexo, la conexión era diferente, pero Eun Na no sabía si le gustaba o sentirse aterrada, por desear que nadie más fuera tocada por las manos de Jungkook.

Se aferro más al cuerpo del Pelinegro, gimiendo entre cada embestida, sus piernas se enrollaron en la cadera de Jungkook a la par que la pelvis de este se movía un poco más rápido para que ambos llegarán al orgasmo al mismo tiempo.

—No voy a querer salir del camarote —Jungkook apoyo el mentón en el hombro de la rubia.

—Podemos hacerlo, aunque también deseo tener toda la experiencia completa del viaje contigo.

Jungkook se levantó.

—Tienes razón, será mejor disfrutar de esto con más calma —fue a tirar el preservativo y regreso a acomodarse con Eun Na en el sillón —Voy a dejar de atender las puertas del cielo.

Eun Na se puso a jugar con sus dedos en el pecho del mayor.

—¿Seguro? Se que es tu trabajo, no necesitas hacerlo, además tienes citas que cumplir.

—Ya no podre hacerlo de manera profesional, no puedo estar diciéndole a todas las clientas tu nombre, atenderé las citas que me quedan, pero no agendare más, hablare con tu tío al llegar a la mansión, solo me quedare con las citas que son fuera de las puertas y los shows del infierno.