Capitulo 20: Sorpresa

833 122 23
                                    

Eun Na sentía que el corazón palpitar en su pecho de manera exagerada, desde que entró a la habitación de los espejos de Hobi no había podido ver nada, por más irónico que esto suene. Jungkook le había vendado los ojos, y la llevo de la mano hasta la mullida cama, le quitó la ropa de manera lenta dejando besos en la piel desnuda de vez en cuando, pero no decía nada, ella estaba ansiosa y con la respiración agitada.

-Siéntate sobre tus piernas.

No hizo preguntas solo obedeció, se acomodo en la posición que Jungkook le pidió.

-Dime Eun Na, del 1 al 10 ¿Qué tanto confías en mí?

-Un 100 por ciento.

Dijo sin pensarlo, esto causo una sonrisa en el Pelinegro, solo dio un beso corto en los labios de la rubia antes de separarse.

Eun Na escucho los pasos de Jungkook por la habitación, ruidos de objetos metálicos y algunos clics, cerca de ella, su curiosidad la estaba matando, pero él no ver lo que la esperaba la excitaba aún más.

-Levanta las dos manos sobre tu cabeza uniéndolas por las muñecas.

-Jungkook..

-Shh preciosa no debemos de hablar aún, espera un poco más.

Levantó sus manos y sintió como Jungkook colocaba algo en ellas, después vino un poco de presión que se acompaño de un clic más. De pronto sus manos se jalaron un poco más arriba haciendo que se pusiera de rodillas.

-Separa un poco las piernas.

Volvió acatar la orden, y ahora sus muslos fueron rodeados por algo frío y gruesos, esto hizo separar más las piernas, escucho dos clics más y ahora sus piernas se elevaron abriéndose totalmente, quedó prácticamente suspendida sobre la cama.

Jungkook se acerco para quitar la venda de los ojos de la rubia, cuando al fin pudo ver a su alrededor, la primera imagen que llegó a sus retinas fue su entrepierna expuesta si pudor alguno, al verse desnuda, atada y suspendida en el aire sintió un calor algo extraño, se estaba admirando en el espejo, se esa imagen erótica recién descubierta y de el fornido Pelinegro a su lado con la enorme erección lista para ella.

-Aprecia lo hermosa que te vez Eun Na, mira bien ese cuerpo que me enloquece.

Jungkook se inclino para quedar de rodillas en medio de las piernas de la rubia, Eun Na no podía evitar mirar el reflejo enfrente de ella admirar la musculatura de la espalda de Jungkook, este se sujeto de los muslos por la parte de afuera mientras iniciaba lamiendo desde la base de los labios vaginales hasta llegar al clítoris.

La rubia se ruborizó al instante al ver su rostro cambiar de expresion mientras subía la intensidad del oral, cada lamida y succiones suaves la hacia gemir y retorcerse, sus pezones rosados se endurecieron hasta el punto de llegar a molestar un poco, las manos sobre la cabeza se removían intentando safarse, quería tocar a Jungkook pero este estaba tan concentrado en su platillo y los gemidos que no notaba la acción de Eun Na.

-¡Jungkook!

Una de las cosas que le encantaba a Jungkook cuando estaba con su amada rubia era la manera en que ella gritaba su nombre justo antes de terminar. El dulce nectar del orgasmo se sintió en su boca bañando los labios del joven, este sin esperar degustó cada gota.

-Pequeña nunca te habías corrido tan rápido.

-Sueltame las putas manos.

-Esa boca - se levantó para besarla y aprovechando para frotar su erección en la sensible entrada -no debería de soltarte estás siendo muy malcriada.

-Jungkook, suéltame por favor, quiero tocarte.

Comenzó a suplicar mientras el Pelinegro besaba su cuello. Aunque quería torturarla un poco más, no podía negarle nada ni en estás situaciones, así que acomodo los arneses para que las manos le quedan libres pero sus piernas siguieras suspendidas sobre la cama. Eun Na se abrazo de la espalda de su Pelinegro disfrutando de cada músculo de esta, arañando mientras los besos no dejaban de sonar.

-Te adoro demasiado peque.

-Tambien te adoro Oppa.

La sonrisa de conejo apareció y aprovecho ese momento para penetrarla sin aviso alguno. Los arneses ayudaban a sostener el peso de Eun Na así Jungkook tenía las manos libres para acaricias sus pechos, pasando por los pezones duros en cada oportunidad, dejaron de ver sus reflejos para verse a los ojos, cada jadeo estaba dedicado al otro y no había nadie en el pensamiento de ambos que no fueran ellos.

El sudor que recorría los cuerpos, el sonido húmedos de las penetraciones duras y firmes, no había placer más grande que sus cuerpos frotándose y sus gemidos sincronizandose.

El sexo con jungkook era totalmente diferente, había más cosas involucradas que el placer y es por eso que cada orgasmo valía mil veces más de cualquiera que pudo llegar a tener en su corta vida.

Ya iba a cumplir un poco más del año en que Eun Na llegó a la casa. Logro terminar la escuela media y comenzar a buscar una universidad donde hacer su exámen, sabía que podía aplicar a cualquier beca así que no necesitaba de la aprobación de su tía por lo pronto.

-Tengo tres opciones, pero la que más me gusta me quedaría algo lejos del club.

La rubia estaba entre las piernas de Jungkook sentados en sala viendo los folletos.

-Busquemos un departamento cercas de ahí.

-¿Busquemos?

Eun Na giro a ver a Jungkook.

-Claro, podemos rentar algo juntos.

-Te quedaría lejos de aquí, no quiero que estés batallando por venir hasta acá.

-Sufriria más el que te vayas de aquí y no verte, estoy demasiado acostumbrado a dormir contigo.

-Eres tan cursi.

-Para tu incomodidad estoy muy enamorado de ti.

-Tomare clases en la universidad más cercana, es la ventaja de poder elegir la universidad que desee.

-Eres una nerd en el cuerpo de una chica sexy.

Jungkook se fue a ensayar ya que tendría show en la noche. Eun Na fue a la cocina a preparar algo para merendar y de ahí irse a su habitación a preparar su ensayo para la beca. Cuando caminaba escucho un ruido que venía del cuarto del gatito.

Para si sorpresa al medio abrir la puerta encontró a Jayb inclinado masturbando a Yoongi. El morbo le ganó a la rubia y miro un poco más.

Yoongi se aferraba a los hombros de Jayb, este subió para acercarse al cuerpo del pálido sin dejar su faena entre las piernas. Eun Na con cuidado salió cerro la puerta para no interrumpir el juego de sus mayores, estaba ansiosa de decirle a Jungkook lo que acababa de ver.

Lastima que ya no lo vería desde ese día.

Lastima que ya no lo vería desde ese día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No me maten yo las amo

Los Host'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora