Veintitrés. El pesar del arrepentimiento

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Dalit Settman

- Si papá, iré a la cita.

Sin mirarlo a los ojos seguí comiendo.

- Espero que no me decepciones esta vez. - Dijo mi padre levantándose de la mesa.

Mi madre lo sigue, escucho como empiezan a discutir.

- ¿Es necesario decirlo así? ¡El no tiene la culpa de lo que paso con Ainara!

- Como siempre tratando de defenderlo, eso no hubiera pasado si debido a su arrogancia no escucho a sus padres, ¿Cuantas veces le dijimos que ella no era la indicada? - poco a poco sus voces se alejaban, me quede solo en la mesa.

Apreté mis puños debajo de la mesa, mis padres siempre peleaban por cosas como estas, la mayoría del tiempo se trataba de mí; Inhale y exhale para tranquilizarme, mire mi comida, ya no tengo apetito.

Me levanté de la mesa y me dirigí a la terraza, el aire fresco pego mi cara, estiré mi corbata y revolví mi cabello, me sentía más cómodo, todo parecía tranquilo en el vecindario, vi hacía las estrellas que no eran muy visibles.

- Al final todos me harán de lado y creo que también Elisa se está arrepintiendo. Al menos quiero pensar que cumplí mi promesa... - reaccione ¿Como era posible que me olvidara de eso? esa vez ella intento tirarse desde la azotea... Ella está bien ¿Verdad?

- ¿Qué haces afuera?, entra te vas a enfermar. - Dijo mi madre

- Es mejor que te quedes. - dijo mi padre

- No lo creo, aun es temprano yo...- me interrumpe mi padre

- No quiero excusas, la siguiente semana es tu cita, puedes ir a tu trabajo y luego a la cita en la tarde, te preparamos un traje, si es lo que te preocupa.

- Esta bien. - dije sin más

Recogí mi plato y lo lavé, me dirigí a mi cuarto, todo estaba impecable, como era de esperarse mi mamá.

Tome una larga ducha no me sentía de ánimos, me acosté en la cama tome mi teléfono, estaba inseguro si abrir la galería, toque el icono, por lo regular siempre tengo mis imágenes organizadas, una carpeta para paisajes, una de pinturas, y una de cámara, está última solo tenía 3 fotos, ya que tuve que borrar todas las fotos donde estaba con Ainara.

Pasé una foto a la carpeta de paisajes y otra a pinturas, solo me quedaba una; por accidente mientras tomaba fotografías, con el zoom de la cámara del teléfono vi a Elisa, que en aquel momento hablaba con la Ceo, se veía frustrada, y como si el tiempo de hubiera detenido me centré solo en ella, en cuanto me di cuenta ya tenía la foto, no la he podido borrar.

Apague la pantalla y cerré mis ojos "Ella aparecerá mañana" con ese pensamiento en mente me quede dormido.

A la mañana siguiente

Mi madre me despertó bastante temprano, según ella entro trabajar a la oficina desde las 7 aunque en realidad mi hora de entrada es a las 9 mínimo. Tendí mi cama y lavé mis dientes, al llegar al comedor vi a mi padre en el comedor.

- Te llevaré al trabajo. - dijo mi padre - ¿Porque tan sorprendido, solo te pasaré a dejar.

Y ahora que podía hacer, le he mentido a mis padres desde hace meses, si descubre que trabajo en el arte...

- Solo dale las llaves del auto, el no es un niño, antes ni siquiera lo llevabas a la escuela. - Dijo mi madre irritada

- No hablare de eso, volveré a dormir. - se fue y dejando un ambiente incómodo.

MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora