Elisa KennedyPodía tocar la línea mas frágil, cuando Joseph me dijo la verdadera razón tenia que saber que estaba equivocada, tenía que soportar de nuevo ese sentimiento que trataba de borrar, pero cada vez me consumía.
Estaba mal, ahora mismo no sabia como pelear con estas emociones internas...
- espero que te mueras - espeta y en ese momento sentí un golpe en la mejilla - no lo merecía, te hubieras muerto, no quiero verte en vida Elisa, lárgate
Estaba en lo correcto, había cumplido esa petición estaba muerta por dentro y solo podía sentir emociones vanas y superficiales, todo esto que cree era una estúpida mentira. Estaba tan harta de todo esto, odiaba ser yo.
Al momento que vi de nuevo a Dalit quise romperme, como una grieta que de a poco estaba abriéndose, pero no podía mostrarle mi cara de la moneda, un juego de ajedrez debe tener todas sus piezas para poder enfrentar al enemigo.
Tenia que proteger al rey, era tan débil no tenía muchos movimientos, pero mi reina esta el frente porque ella puede manejarse de una manera inteligente y racional, lo demás solo eran un juguete de distracciones.
Me sumí en esa oscuridad y solo me mantenía viendo el correo que acabo de llegar, solo me quede como cinco minutos y me puse de pie, guarde todas mis cosas y solo hui de nuevo del pasado. Cuando miro a Tania enfrente de mi con una sonrisa de lado.
-pareces cansada - produce preocupada y solo asentí con una sonrisa - vamos a mi casa, ya ha pasado mucho tiempo desde que tomamos una taza de café o una cerveza
Seguimos caminando hacia la salida y nos despedimos de los pocos empleados que estaban trabajando aun, nos quedamos en la salida esperando en silencio el carro de Tania que parece que lo mando a arreglar.
- parece que fue ayer que empezó todo esto, ya paso 6 años - se ríe nostálgica y volteo a mirarla confundida - siempre tan impecable con tu trabajo y eres muy reservada al punto que a veces no sé qué piensas y muy buena para esconderme cosas Elisa
- ¿Qué tratas de decir? - produzco tranquilamente pero solo se ríe irónicamente
- espero que seas tan sincera como siempre lo eres - me mira fijamente - ¿Qué traes con el señor Settman? Parece que todos hablan sobre eso
- que quieres decir, solo es trabajo como siempre Tania - digo mordiéndome la lengua, realmente no me siento nada bien para escuchar estas ridiculeces y en ese momento me tomo de la mano y me apretó de una manera extraña que se aferraba y me miraba
- sabes el me gusta mucho y yo sé que tú no eres de esas amigas que salen con sus empleados, y agradezco mucho siempre que me cubras las espaldas... - exclama de manera tan seria - parece que solo son rumores
- ¿Cuáles rumores? - digo confundida
- los de siempre, que te metes con los nuevos empleados y que eres una zorra - se ríe burlona, sentí un escalofrió cuando lo menciono, parecía divertirle al repetirme cada palabra, parecieran que viene de esa misma boca - aun que un comentario fue extraño, que tu compraste la pintura del señor Settman - solo se ríe más - son puros rumores falsos, que locos ¿no?
-parece que tienen mucho tiempo para decir muchas cosas en mis espaldas - digo - solo por curiosidad como volverás a tener confianza con el señor Settman, parece que la ultima vez no te fue muy bien ...
- no es difícil, mas cuando un hombre esta despechado - me mira con una sonrisa agria y confiada
En ese momento mi teléfono empieza sonar y miro la pantalla, cuando miro dos mensajes de Joseph
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Mio
RomanceElisa es una chica misteriosa que le gusta estar con una sonrisa escondida y ademas es muy buena para aparentar y ser la persona mas altruista . Pero todo se cae cuando Dalit interfiere en el camino de Elisa y sus varios espejos de cada mentira...