Treinta. Pedir es el límite

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Dalit Settman

Ha pasado una eternidad para mi sin ver a Elisa, parecía que cada vez que la buscaba no la encontraba y cuando la veía parecía tan lejos.

Y había cambiado, no parecía nada a la Elisa que siempre veía bien seria y con un atuendo formal, pero ahora sus ojos mostraban fatiga y vacío. Quería coincidir con ella, pero siempre cuando llegaba a su oficina ya no estaba o la buscaba en la terraza, pero nada, pero me di cuenta que ese hombre con el que tome hasta embriagarme y no recordar nada y solo preguntarme como llegue a casa.

Iba seguido a buscarla, como dos veces la vi irse con él y reírse de una manera amarga, ese hombre la hechizo en como había cambiado. Estaba mal pensar así, pero es lógica.

Solo esa noche que tome con ese hombre escuche y se me quedo grabado la voz de Elisa.

Estaba por rendirme en hablar con ella y saber que diablos estaba pasando, pero todo cambio cuando la vi en la salida de la galería parecía estar perdida y un poco pálida. Y cuando lo tome del brazo y me cruce con esos ojos grises, me di cuenta de algo.

Nada estaba bien y quería saberlo, esta mujer que parecía ver un poco mas de su vida, todo parecía desconocido hasta su aroma amargo y es cuando perdió el conocimiento y cayo en mis brazos y sin pensarlo subí al primer taxi para llevarla al medico

-Dalit ...-produce con los ojos cerrados - llévame a casa ...

-cómo puede decir eso, mira como estas Elisa

-por favor, te prometo que estaré bien ...-

-no puedo hacerlo, como me puedes pedirme eso, no puedo verla así ...- y se detuvo el taxi y su mano se aferro en mi brazo

-no...me gustan los hospitales ...- observé como salían lagrimas de sus ojos y sentí como mi corazón se encogía

-estaré bien, solo quédate conmigo

Me quede pensado y saber si estaba haciendo bien pero al ultimo le pedí al señor que me llevara a la dirección donde vive Elisa.


🎭🎭🎭

Cuando llegamos a su casa me llego ese aroma a etanol, pero solo la lleve directo a su habitación y la acomode en su cama y en ese momento sentí su mano

-no te vas a ir - produce con una voz necesitada y solo baje el rostro, tengo muchas dudas, pero negué

-si, no me voy a ir - me miro aliviada - pero dame unos minutos para traerte algo de comer y medicamento

-esta bien ...-

La observo por ultima vez y parece un poco cansada y solo vuelve a dormir, me quede sin saber que hacer y mas cuando esta sola en esta casa.

Fui a comprar sopa caliente y medicamento para todo tipo de dolor, pero creo que ella no necesita nada de esto, tal vez creía que podía ser suficiente y ayudarla, pero me siento una estúpido. Cuando llegue a la casa me quede frio al mirar salir Joseph del pasillo y se me queda viendo algo divertido.

-estas aquí - sonríe - me avisaron los empleados que Elisa se desmayó e imagine que iba a estar aquí

-sí, ya está en su habitación descansando - me quede un poco pensativo por todo esto

-si, ya la vi parece estar mal, pero sé que rápido se recuperara - lo dice como si pasara seguidamente esta situación

-gracias, si quieres puedes irte, yo me encargare de Elisa - dice con una sonrisa y solo lo ignore y camine para pasar, pero él me detuvo del hombro

-no creo que pueda dejar a Elisa -

-desde cuando son tan cercanos, realmente no es tu asunto ...- dice burlándose - ya te dije que puedo cuidar de ella, no es la primera vez que se pone así, yo se lo que necesita

-sabes lo que necesita, entonces porque diablos la pones así, la estas amenazando con algo, porque eso me hacer creer, solo la lastimas y la pones mal

-el chico educado sabe decir malas palabras - se burla - tu me vas decir que quiere, regresa a tu lugar, aquí nadie te necesita y mucho menos Elisa

-Tu para mí, eres una desconocido -

-crees que soy un desconocido - niega - desde un principio te aclare qué relación hay - me mira de una manera gélida - así que puedes irte, no tienes nada que hacer aquí

-disculpa, pero Elisa me pidió que me quedara y además yo tampoco quiero irme, este asunto si me consta - digo sin mas

-te lo pidió y eso que, crees que Elisa puede jugar a la casita, crees que la conoces - se ríe irónico - estas perdido, te dejare creer lo que quieres, no digas que no te lo advertí y te di una oportunidad para que huyas de su mundo ...que no perteneces

-ese será mi asunto y el que sobra ahora mismo eres tu

-está bien - me sonríe y en ese momento deja la llave en la mesa y escucho como la puerta se cierra un golpe que me quede con ese eco por todas las paredes y ese aroma amargo que trae Elisa.

MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora