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Violeta
Estaba en una de las clases con las chicas; es increíble cómo han avanzado en estos tres meses, sobre todo la Diabla. Es la primera en llegar y la que más interés pone. Después que terminamos se quedó conmigo acomodando las cosas. Sin querer tiré su cuaderno al suelo; de este salió la fotografía de un bebé. —¿Quién es?
Le arranca la fotografía de las manos con violencia. —No es tu asunto.
—¿Es tu hijo?
—No quiero, tampoco puedo hablar.
—Puedes confiar en mí.
— No se trata de eso.
—Siento que necesitas hablarlo, confía en mí, no le diré a nadie—. Se quita la mascarilla y la gorra; por primera vez la Diabla ve su rostro. —Puedes confiar en mí.
—Qué bonita eres, por eso August está muy enamorado de ti.
—Y se molestará si sabe que hice esto, sobre todo con una de ustedes —le toma la mano —puedes confiar en mí.
—Lo único que puedo decir, es que estoy haciendo esto por mi hijo. He decidido aprender, ser mejor; quiero recuperarlo, aunque es casi imposible, por no decir imposible.
Al mes de nacido lo arrancaron de mis brazos. —Baja la cabeza, trata de contener las lágrimas.
—¿Qué edad tenías cuando nació tu hijo?
—Diecisiete, mi hijo tiene quince años recién cumplidos.
—¿Quién es el padre de tu hijo? ¿Era uno de los clientes?
Entró en confianza; empezó a hablar de su vida, lo dura que ha sido desde que tiene memoria. —Cuando llegue aquí era la esclava sexual de ese hombre; es un depredador, aún lo sigue siendo; le gustan las niñas de trece a quince años.
Durante un año fui una privilegiada; me daba un buen trato; después quedé embarazada; trate de esconder mi embarazo, así lo hice hasta los cinco meses.
Cuando lo descubrió me encerró hasta que mi bebé nació.
Es un niño; a pesar de todo, amé a mi bebé. Un mes después lo arrancó de mis brazos sin avisarme.
Dijo que iba a estar mejor con él, que había hablado con su esposa para criarlo.
—¿Y lo hizo?
—Sí, se lo llevó a su esposa, el niño se parece a él, aquello lo impulsó a quedárselo.
—¿Cómo lo sabes?
Ríe con nostalgia —Lo he visto de lejos, he incluso he ido a sus partidos de fútbol —Sacude la cabeza —Creo que moví la lengua de más. Aparte de Jini, eres la única que lo sabes; ella conoce quién es el padre de mi hijo; él aún frecuenta el club. Jini sin querer escuchó la conversación. Me tocó contarle; es buena sacando información.
—Ni lo digas, pero es buena guardando secretos. No te preocupes, no se lo diré a nadie. ¿Ese hombre sigue frecuentando el club?
— Hace mucho tiempo no viene.
Violeta
Iba camino a la oficina.
Ho-Seok venía en compañía de Taehyung. Me asusté mucho, traté de evadirlos, hice que no los había visto, pero Ho-seok me habló.
—¡Chanell, espera!
Se pone nerviosa, saluda con desdén a Taehyung. —¿Cómo está, señor Kim?
Hace una reverencia. —No mejor que usted.
—¿August está en su oficina?
—Supongo que sí.
Me asusta, no entiendo cuál es el interés de estar aquí; por lo menos no se ha atrevido a decirle a Kook que sabe en donde estoy.
Eso creía hasta qué...
Taehyung entra a la oficina junto con Ho-seok.
Después de un cortante saludo se sienta.
—Hoseok me contó que tienes una propuesta.
—Voy a ir al directo al grano para no alargarme. Tengo meses de frecuentar el club; su espectáculo cada día es mejor e impresionante. Todo lo que tus chicas han avanzado.
—Sí, las ideas de mi novia han dado resultado, trayendo más clientes, incluyéndote.
—Tengo una banda junto a unos amigos; queremos pedirte un espacio en el club para darnos a conocer un poco.
Mira a Ho-seok —¿Banda de qué? ¿Qué tipo de género tocan?
—De todo un poco. Como ha cambiado la dinámica del club, innovando en todo, me parece buena idea tocar música en vivo mientras tus chicas bailan.
Ho-seok interviene —Es el punto que llamó mi atención.
—En realidad es mi hobby, la música es una de mis pasiones, quiero explorar y pulirlo más.
—Suena tentador. ¿Cuántos miembros tiene tu banda?
—Somos tres, tocamos nuestros propios instrumentos. Estoy en la batería, otro en el piano, el vocalista y líder en la guitarra; todos cantamos, tenemos nuestros propios instrumentos y montaje.
—Trae al resto de tus amigos para que hagan una demostración.
—¿Sí quieres puedo traerlos hoy mismo?
—Está bien, hiciste un excelente trabajo en el club, aparte te has convertido en un cliente fiel. Te voy a dar la oportunidad en agradecimiento, teniendo en cuenta que son pocas personas.
Eres conocedor de lo celoso que soy con el acceso a este lugar, así que tu discreción mantendrá tu cabeza en su lugar y no es una amenaza.
Traga saliva—Lo sé a la perfección. Los llamaré para recogerlos.
Le habla a Hoseok: —Acompáñalos. Antes de hacer la prueba quiero hablar con tus amigos, teniendo en cuenta que no eres el líder de tu banda.
—Está bien
Violeta
Lo que La Diabla me contó me tenía inquieta y conmovida. Ha sufrido mucho, más de lo que imaginé; es una mujer fuerte y aguerrida. No he sufrido ni la mitad de lo que ella.
Jini toca—¿Puede pasar?
—Si
La observa—¿Por qué tienes esa carita? ¿No me digas que tu novio hizo algo?
Ríe: —Ese hombre lo único que hace es hacerme feliz, amarme y cuidarme.
—Porque mejor le hacemos un altar para empezar a rezarle.
—Tuve una conversación con la diabla.
—Últimamente andan de amiguitas.
—Accidentalmente vi la fotografía de su hijo.
Jini le pone seguro a la puerta. —No toques esos temas, si te contó es porque confía en ti.
—Le mostré mi rostro
—¿¡Qué mierda, Violeta!? August va a molestarse. ¿Por qué haces esas cosas?
—Fue una manera de decir que puede confiar en mí.
—Esa mujer sabe más por vieja que por Diabla. Conoce a casi todos los clientes de este lugar.
—¿Sabes más, cierto? Sabes quién es el padre del hijo de la Diabla.
Toma a Violeta por los hombros. —En este mundo, entre menos sepas mejor. ¡Ya no preguntes cosas niña!
Pero en el mundo de Violeta también sucederán cosas que le darán un giro a todo. Taehyung ha llegado al club en compañía de Jungkook y Jimin. Caminan escoltados por Ho-seok. Jungkook no tiene idea de que August y Ho-seok saben de su vida más de lo que imagina.
