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August
Estoy empezando a pagar el precio de mis malas decisiones, de mezclar el placer con los negocios, de poner mis sentimientos, los que pensé que no tenía… Puse el amor por encima de mis intereses y los intereses de otros. No sabía que amar también implica sacrificar, tengo que pagar un precio que incluye sacrificarla, dejarla ir, desaparecer de su vida, devolverla al lugar donde nunca debió salir. Olvidarme de ella, cumplir con mi deber, ser agradecido con la mano que me dio de comer. Después de lo que me contaron Jini y Ho-seok, mis sentimientos se volvieron a oscurecer. . . .
August llama a Violeta —Hola mi amor. ¿En dónde andas?
—En el anexo, despidiéndome de las chicas.
—Quiero que salgamos
—¿Pasa algo? Te escuchas extraño.
—No tengo nada, te invito a comer.
—¿Es porque me iré pasado mañana?
—Te espero, no demores
Soy malo; para disimular que algo está mal, haré mi mayor esfuerzo. Violeta no puede notar lo que está pasando, mucho menos lo que está por suceder. La llevé a un restaurante, este tiene una hermosa vista a la ciudad. Es uno de mis favoritos. Se ve hermosa; trae puesto un vestido negro, sensual. A penas la vi, al lado pervertido que habita en mí le dieron ganas de arrancárselo. Ese hermoso cabello largo, sus ojos claros. No es perfecta para otros, pero lo es para mí. Amo todo en ella: sus labios carnosos y sensuales, vestidos de rojo carmesí, el color de su piel tersa y suave. Amo sus cualidades, su temperamento, desbordante sensualidad de la que no puedes escapar. —Voy a extrañarte, no me he ido y ya te echo de menos.
—Iré a verte apenas pueda. Cumple tus sueños, lo mereces. Eres una mujer que mereces lo mejor; has sufrido demaciado.
—Mis días a tu lado son los mejores, me has dado amor. A veces me siento mal.
— ¿Por qué?
—Por despreciarte, no ver lo que querías darme, eres un hombre maravilloso, por lo menos para mí. Me arrepiento por no ver las cosas buenas desde un principio.
—No te preocupes, estos meses han sido suficientes, un día a tu lado es igual a una eternidad, lo disfruto al máximo. Te amo despacio; disfruto tu compañía, el privilegio que me has regalado al amarte.
Has compensado los años de vacíos emocionales, de carencias afectivas.
Gracias por enseñarme amar, gracias por darme a probar las mieles del amor. Por regalarme esta hermosa experiencia —hace su mayor esfuerzo por no llorar.
En cambio, Violeta no puede contener las lágrimas. —Qué hermoso. ¿Por qué lo dices con esa expresión de tristeza? — Lo abraza: —Como si nunca fuésemos a vernos, igual a un adiós para siempre.
Sabes que estaré esperando. Me voy con los sentimientos encontrados.
—Nunca imaginé que amar implica múltiples sentimientos a la vez. Creía que amar es simple, fácil, que únicamente te dedicas a hacer feliz a la persona que amada.
De eso se trata el amor; de esa manera funciona. Cuando tu vida es normal, cuando no hay complicaciones en ella, cuando no está rodeada de mierda.
—Lo nuestro fue complicado al principio; considero que ya no lo es. —Baja su vestido, deja a la vista el sujetador. —Mira lo que traigo puesto, tu color favorito Quiero ser muy, pero muy pervertida esta noche.
August deja escapar un sutil suspiro. —Si supieras cómo se pone mi verg* con solo imaginarte…
—Comamos, quiero ir por el postre. Quiero hacerlo en tu habitación, en el club. Quiero que me amarres, me sometas .— Se acerca a su oído: —Quiero ser tu perra.
