꧁𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐓𝐀꧂ Capítulo 65 (August)

407 55 1
                                    

꧁𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐓𝐀꧂

Violeta  Hablamos por mucho tiempo, olvidamos por un momento nuestros problemas, los demonios que nos atormentan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Violeta 
 
Hablamos por mucho tiempo, olvidamos por un momento nuestros problemas, los demonios que nos atormentan. 
 
Necesitábamos un tiempo para nosotros, mirarnos a los ojos, amarnos en silencio. 
Por primera vez dejamos a un lado nuestros oscuros y lascivos deseos, los fetiches, sometimientos y las cosas que normalmente practicamos en nuestros encuentros sexuales. 
 
Estaba perdida en sus besos, en el olor de su cuerpo, en la calidez de su aliento. Por momentos me detenía para observarlo, me sobresaltaba, temía que fuese un sueño, uno de los tantos que he tenido, desde el día que supuestamente se había ido para siempre. 
 
Quería disfrutar lento cada espacio de su ser.

Abrí su camisa, botón por botón; al tiempo rozaba mis labios en su pecho; besé sus heridas; estaba nuevamente a su lado; no era un sueño o ilusión.
 
De repente, rompí en llanto; me levanté de un sobresalto.
Me abrazó por la espalda; me envolvió entre sus brazos. 
 
—¿Qué tienes? 
 
—Los sentimientos encontrados, no puedo creer que estés aquí. 
Tengo miedo; no me siento bien emocionalmente. Aún no puedo asimilarlo.

Cuando supe que te habías ido, no sabes cómo me afectó; no podía llorar, estaba bajo los efectos de los calmantes, acumule los sentimientos.
 
—Perdóname, es una pena que nuestras vidas sean duras, que nos toque vivir tantas injusticias.
El día que Jini y Ho-seok me contaron mi procedencia, quién soy, de donde vengo, cómo labraron mi destino, el de Ho-seok. Esa noche me sentí mal. Quizás decimos que la vida ha sido injusta, pero no es así. Otro decidió por nosotros, llevando nuestros destinos a la desgracia.

No labramos nada; otro fue quien lo hizo. 
 
Llegó el momento de jugar a ser Dios.

Violeta se posa en su regazo, lo besa, rodea las piernas en sus caderas. —Estaba muriendo en vida, ni siquiera fui capaz de acabar con ella, no puedo ser egoísta, hacerle eso a mamá, no lo merece. 
Es difícil lidiar con el dolor, cuando ha sido continuo en tu vida. 
 
—Quiero que por un momento olvides todo, no me gusta verte así, estoy aquí, no pienso irme de tu lado y respeto a tu papá y todas las cosas que ese miserable nos hizo. Juro que las va a pagar una por una.
 
—Cada vez que pienso en la manera que mató a mi padre, mi corazón se hiela; quiero tenerlo enfrente y matarlo sin pensarlo dos veces.
¿Cómo pudo hacerle algo de esta manera a su mejor amigo? Lo consideramos parte de nuestra familia; llegamos a llamarlo tío.
Es difícil asimilar esto, pensar en la angustia y la agonía de mi padre, su desesperación —llora—. Duele demasiado, imaginar cómo ese infeliz lo ultimó. No lo merecía. Siento mucha ira y odio, pensar que ese infeliz está vivo y mi padre muerto.
 
No puedo seguir lidiando con este dolor y con el rencor; me están consumiendo las ganas de vengarme.
 
—¿Qué quieres hacer? 
¿Cuál es el primer paso que quieres que demos?
 
—Proteger a mi familia, a mis amigos; vamos a entrar en una disputa con ellos; van a creer que soy quien está detrás de todo. Se supone que estás muerto, van a ir por ellos para hacerles daño; no lo soportaría.
 
—No te preocupes, he pensado en todo. Ahora recoge tus cosas, que nos vamos de viaje —la besa. — Quiero que nos pongamos al día. Tenemos tareas atrasadas pendientes.

Quiero ir de vacaciones unos días, los cuatro, para despejar nuestras mentes.
 
 
Lo abraza; se aferra en su cuello. — No sabes cómo deseaba esto. Aún no puedo creer que seas tú, que estés aquí, mi amor.
 
¿Qué va a pasar con La Diabla y las chicas que viven en el club? Te recuerda que ellas no tienen familia. 
 
Lo piensa por un momento: —También irán de vacaciones.
 
Ríe—¿Vamos a llevarlas con nosotros?
 
—¡Cómo se te ocurre! Nos vamos lejos, donde nadie me conozca. Les voy a regalar una semana de estadía en uno de mis hoteles.
 
Violeta se emociona. —¿¡En serio, mi amor!?
 
—Sí, déjame hacer un par de llamadas ¿A donde quieres que las envíe? 
 
—Antes quiero asegurarme de algo. No confío en la diabla; sabes que es manipulable.
Quiero hablar con ella, tener su lealtad a mi favor.
 
—Ya había pensado en eso
 
Violeta 
 
Antes de armar nuestras maletas volví al anexo.
 
—Niñas, les tengo una gran noticia: mientras pensamos qué vamos a hacer, voy a enviarlas a todas de vacaciones, por una semana o más si es posible, con todos los gastos pagos a un hotel cinco estrellas.
 
Se ponen eufóricas, se van sobre Violeta, la alzan—Ríe—Me van a hacer caer, chicas.
 
La diabla está feliz. — ¿Es en serio o es Joda? Nunca he ido de vacaciones.
 
—Estoy hablando en serio, así que llama a las demás; tienen el día de hoy para alistarse, mañana se van a primera hora —le habla a la Diabla—. ¿Podemos hablar? 
 
 
Sé que estás enterada de todo lo que sucedió. Sabes que August murió a manos de ese viejo miserable y su hijo.
Voy a ir al grano…
Quiero que me digas de que lado estás. Que el club siga funcionando depende mucho de ti. No quiero cerca a nadie que no sea de mi entera confianza.
 
—¿Sabes que es lo que más deseo en la vida? ¿Con lo que sueño todas las noches desde que puse un pie en este lugar? Desde que me robaron la inocencia, ¿sabes cuál es mi deseo? Ver a ese maldito muerto, recuperar a mi hijo, pero no soy nadie, no tengo poder, mucho menos dinero —llora—. No sabes cómo deseo estar con él; verlo crecer lejos duele, saber que es mío; no puedo acercarme porque no soy digna de mi hijo.
Es apuesto, educado y refinado.
 
—Conozco a tu hijo.
 
—¿Cómo lo conoces? 
 
—Soy cercana a los Kim, más de lo que imaginas.
A pesar de todo, quiero mucho a Kang-Dae.
 
La Diabla pone las manos en su rostro, ríe, sus ojos se iluminan. — Mi precioso hijo, fui quien le puso ese nombre. 
¿Dime, porque eres cercana a los Kim?
 
Violeta le cuenta la verdadera razón por la cual llegó al club.
La manera en cómo murió su padre —Ahora entiendes por qué no puedo confiar en ti.
 
—Juro por la vida de mi hijo que es lo más sagrado que tengo y que jamás te traicionaría.
 
—Te puedo ayudar a recuperarlo; Kang-Dae es el mejor amigo de mi hermanito.
A pesar de lo que ese viejo miserable y su hermano hicieron, aprecio a ese niño; sé cuál es su procedencia.
Él y mi hermanito fueron a la misma escuela desde pequeños; ambos estuvieron en el mismo equipo de fútbol. Por obvias razones, mi hermano junto a mi familia se fueron del país, pero siguen siendo cercanos. — Saca su celular y le enseña algunas fotografías a la diabla. — Es Shuno, mi hermano.
 
—Tengo muchas fotografías de mi hijo, robo las que sube a las redes sociales. Tengo un álbum lleno con sus fotos. 
He visto a tu hermano en sus publicaciones.

No sabes cómo deseo con todas las fuerzas de mi corazón estar cerca de mi hijo, aunque sea un momento; verlo en las revistas, en sus redes, saber que ese niño es mío, que ignore por completo de donde viene, el vientre que lo parió, que su madre da la vida por él —llora—. Los hijos duelen demasiado. Duelen más cuando te los arrancas de los brazos.
 
Todos los días sueño con él; al tiempo, quiero que ese infeliz se muera; mientras viva nunca tendré la mínima posibilidad de estar cerca de mi hijo.
 
—¿Dime de qué lado estas?
 
—Por supuesto que estoy de tu lado, ahora más que nunca, al saber que eres víctima de ese viejo miserable.
Si es para acabarlo y sacarlo del camino, cuenta con mi total e incondicional apoyo, Chanell.
 
Le extiende la mano—Violeta Lee; es mi verdadero nombre, Cha Yu-ri.
 
Se paraliza al escuchar su nombre. —¿Quién te dijo cómo me llamo? Nunca se lo he dicho a nadie.
 
—A veces la novata sabe más que la Diabla. Sé que te llamas Cha Yu-ri, vienes del norte.
 
Baja la cabeza: —No vuelvas a mencionarlo; se supone que mi procedencia y nombre nunca se sabrían; he tenido muchos apodos, pero jamás revelé mi nombre.
 
—¿Es grave?
 
—Demasiado grave.
Compra de esclavos.
Ese viejo compra personas y las convierte en esclavas para que trabajen en sus empresas.
 
—¿Qué más sabes?
 
—No puedo seguir hablando.
 
—Entre más cosas sepa de ese miserable, nos acercará a tu hijo.
 
—Se supone que Kim Hyunwo es el único que sabe mi verdadero nombre. El día que alguien más lo sepa, sabrá que estoy contando sus secretos.
 
—August lo sabía, fue quien me lo dijo.
¿Ahora sabes de qué lado debes jugar? Si ese hombre te contacta, tienes que contarme lo mínimo que hable.

Los movimientos de ese miserable te acercan a tu hijo.
Por última vez te pregunto.
¿De qué lado vas a jugar? 
¿A quién le darás tu lealtad?
 
—Estoy de tu lado.
 
Quiero a mi bebe conmigo; quiero de vuelta lo que una vez me fue arrebatado de los brazos.
 
Pero antes, quiero ver a ese maldito infeliz muerto.
 
 

 ꧁ 𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐓𝐀꧂( +21)                        亗ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ ʏ ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴ-ɢɪ 亗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora