Un día de trabajo con Ana

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Maldita sea, este es uno de los momentos en los que desearía estar en casa, tengo muchas nauseas y demasiado trabajo, ya estoy escuchando a Christian decirme que estaría mejor en casa, pero simplemente no me puedo quedar sin hacer nada, bueno puedo estar con mis hijos pero solamente serían unas pocas horas ya que todos van a la escuela, en definitiva estar embarazada de gemelos no es nada fácil.

Apenas son las nueve de la mañana y ya me muero de hambre pero no puedo salir, ordenes del obseso del control, y la verdad aunque tuviera permiso no creo poder moverme, está barriga de siete mes apenas si me deja caminar, lo que a veces resulta bueno porque eso hace que Christian tome el control durante el sexo y eso enciende todo dentro de mí; como mi hambre es demasiada y le quiero alegrar el día a mi caliente marido me decido a marcarle y pedirle comida, solo espero que no esté muy ocupado, y no lo está ya que responde al segundo timbre.

-Hola nena, ¿comó estas?¿Todo bien? -su voz se oye un poco preocupada, claro yo nunca lo llamo tan temprano a menos que sea algo urgente, oh mi cincuenta muy preocupado.

-Estoy perfectamente, de hecho te llamaba para decirte que nosotros tres tenemos mucha hambre -escucho su suspiro y puedo decir que está sonriendo con alegría.

-Eso es como música para mis oídos, Ana, ¿qué desea comer la futura mamá?

-Se me antoja un sub, con un jugo de naranja y una vaso de nieve de fresa con mucho chocolate -en verdad tengo ganas de eso, pero ahora que lo pienso también quiero una cocktel de frutas- aunque también amaría un cocktel de frutas con todo eso.

-Te amo Anastasia Grey, mira, ahorita mismo voy a comprarte todo eso y te veo en tu oficina en media hora para comer juntos y después disfrutar de la comida que mis hijos quieren -me dice con voz ronca y sexy, mierda, ya estoy caliente y mojada entre las piernas de tan solo escucharlo.

-Se escucha excelente su idea, señor Grey, aquí lo espero entonces, ansiosa como siempre.

-Ahí estaré, nena, te amo.

-Yo también te amo Christian.

Termino la llamada con Christian y me quedo sonriendole como tonta al celular, lo amo como si fuera el primer día, me sigue cautivando todos los días desde hace tantos años, no me podría imaginar mi vida sin él, es el amor de mi vida, aunque si soy sincera y si en verdad existe la reencarnación, él entonces es el amor de mi existencia, estanos destinados ha estar juntos en cada vida que nos topemos.

Exactamente media hora después de que colgamos, Christian llega con toda la comida que le encargué y con una sonrisa en su cara.

-Nena, me sorprende que me llames a mí para pedir comida, en lugar de desafiarme al salirte de aquí sin permiso y ponerte en riesgo, como comunmente lo haces -me dice mientras camina hasta ponerse a un lado de mi y besarme apasionadamente.

-Christian, si pudiera caminar de aqui al deli que está al lado lo hubiera hecho, pero por obvias razones no puedo hacerlo, pero me encanta que me atiendas a mí y a los gemelos cuando tenemos antojos locos a mitad de la noche o de la mañana -mi marido acerca una silla a mi lado, y empieza a abrir todo en el escritorio, se ve delicioso y lo comienzo a devorar en cuanto está afuera.

-Sabes Ana, yo quería tener sexo antes de comer -me dice Christian mientras come una uva de mi plato, me quedo viendo directamente a sus labios, son tan suaves y tan duros, tan tiernos y tan apasionados, los extraño besando cada parte de mi cuerpo pero mi hambre puede más que mis libido.

-Tengo demasiada hambre Christian y esta vez es de comida, creeme, en verdad quiero sexo pero tus hijos están hambrientos.

-No importa, nena, amo saber que estás tan hambrienta y que nuestros hijos son alimentados -una sonrisa radiante se asoma por su rostro y eso me hace sonreír a mí de la misma manera.

-¿No interrumpí nada importante cuando te llamé? -siempre me preocupo por andar interrumpiéndolo en el trabajo, no me gusta.

-Ana, no hay nada más importante que tú y mi familia, así que no te preocupes, ya te lo he dicho antes.

-Lo sé Christian, pero no me gusta que pospongas compromisos solo por mí.

-Amor, por pospondría la salida de la luna si la luz del día te hace más feliz que la noche, pero darte un poco de paz mental, no tenía ninguna junta programada a esta hora, solamente estaba afinando detalles de unos acuerdos, las juntas son después de las tres de la tarde cuando Ted está en la oficina, lo creas o no, ultimamente todas las juntas las organiza él, mis nuevos socios de negocios están más que contentos haciendo negocios con Ted.

-Lo convertiste en un Christian Grey -le digo ironicamente y él ríe alegremente.

-Creo que ya lo era, solamente que no lo sabía, él tiene un talento nato para esto y lo mejor es que lo disfruta, sabes, en tan solo estos pocos que ha estado trabajando en las cuentas de Alex, ya logró aumentar los ingresos en un 20% y logró la reducción de costos en un 15%, y solamente le dedica como una hora diaria, estoy muy orgulloso de lo que ha logrado.

-De tal palo, tal astilla.

Nos miramos a los ojos mientras sonreímos como dos adolescentes enamorados y Christian me toma por el cuello con una mano, me acerca hacia él y nos comenzamos a besar, primero lentamente y después con intensidad mientras dejo que su lengua explore mi boca. Con cuidado me ayuda a pararme y me lleva al sofá que está en la parte izquierda de mi oficina donde me acuesta y me quita el pantalón junto con las bragas, después se quita el saco, la corbata y se desabrocha su pantalón para sacar su reluciente y expectante erección, colocandola en la entrada ya muy mojada de mi sexo y me penetra de golpe haciendome gemir en voz alta, comienza con sus embestidas rápidamente, golpeando ese punto dentro de mí que con rapidez comienza a crecer y crecer llevandome a un orgasmo abrazador y Christian siguiendome a los pocos segundos.
Me quedo acostada en el sofa y cuando mi adorado esposo sale de mí, se sienta y yo pongo mis piernas desnudas sobre su regazo mientras que ambos tratamos de recuperar el aliento.

-Sabes podría hacer esto todos los días -me dice Christian mientras se recuesta con cuidado sobre mi vientre hinchado y comienza a besarlo mientras acaricia mis piernas suavemente.

-Y yo me podría acostumbrar muy fácillmente.

Y en verdad podría hacerlo, se siente tan bien estar de esta manera con Christian aunque estemos en mi oficina pero no me importa, soy feliz y esta es la manera en la que estamos destinados a estar.

Espero les haya gustado, voten y comenten que les parece, los quiero a todos... :)

Atte.

Ilse Rivas, su escritora de David Connelly y Teddy Grey.

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