06.

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Luego de varios minutos, Leah decidió no preguntarle e insistirle a CheongSan el porqué se ponía de esa manera.

Estaban solos, sin que nadie más pudiera separarlos y ambos enojados eran una bomba.

Si peleaban de seguro CheongSan se terminaría lanzando por la ventana y Leah se lanzaría también solamente para seguir molestándolo hasta que mueran por el golpe.

La castaña estaba sentada en el sofá mientras abrazaba sus piernas.

—Hey —escuchó la voz del chico y la menor alzó la vista.

Y justo cuando hizo aquello, una manzana impactó en su rostro, pegándole con fuerza en su frente.

—¡Mierda, mierda! ¡lo siento!

El pelinegro se acercó con rapidez hacía la ojiazul y revisó la zona golpeada, sintió un gran alivio al ver que no había sangre pero eso claramente dejaría un gran moretón.

Ella se sintió tan mareada por aquel golpe tan fuerte que le llegó que apenas pudo responderle.

—¿Leah? oye, vamos, responde. Si te conviertes en zombie juro por dios que te tiro para afuera.

La chica entendió esas palabras a la perfección y le dio un golpe en la cabeza.

—Idiota, es imposible que me convierta porque ALGUIEN me golpeó con una manzana —atacó mirándolo mal.

—¡Bueno pensé que tenías buenos reflejos!

—Biini pinsí qii tiníis biinis riflijis.

CheongSan al escuchar a su amiga haciéndole burla no pudo evitar comenzar a reír.

—Cállate, sé que estabas enojado pero ¿tirarme una manzana? imbécil, yo te tiraré a los zombies —lo amenazó.

—¡Quería que comas algo! —se defendió.

La verdad es que Leah desde que recibió ese golpe quería reírse, obvio después de que se le pasara el dolor pero también quería hacerse la dura con el pelinegro.

El chico se acercó a la castaña y se sentó junto a ella, puso su brazo alrededor de su cintura para acercarla más a él y ella apoyó su cabeza en el hombro del mayor.

Se sentían bien estando juntos a pesar de todo.

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Las horas pasaron, CheongSan y Leah lograron dormir tranquilamente durante un tiempo, hacía frío, demasiado frío así que la única solución que encontraron para que dejaran de sentir eso, fue abrazándose con mucha fuerza.

La chica miraba detalladamente cada parte del rostro de CheongSan, sus ojos se encontraban cerrados pero aún así, se veía demasiado atractivo.

Ella miró los labios del pelinegro por unos segundos hasta que sintió que él hizo un sonidito con su boca.

Leah lo miró y CheongSan la estaba mirando con una pequeña sonrisa.

—¿Qué me miras tanto? ¿te gusto?

—Sí —respondió de manera inmediata.

El rostro de CheongSan tomó un claro color rojo, se había puesto nervioso, muy nervioso ¿de verdad a ella le gustaba?

CheongSan quería ponerse a gritar como una niña que obtuvo el regalo que quería para su cumpleaños.

Leah al darse cuenta de eso, se levantó rápidamente y negó con la cabeza soltando una risita nerviosa.

—Pff, digo, claro que no, eres feo, no, obvio no.

—¿No soy feo o no te gusto?

Ella no supo qué responder.

—¿Recuerdas cuando le descargaste tiktok a tu mamá, ella comenzó a subir videos, te dio vergüenza ajena, le pusiste contraseña al celular y luego le compraste otro para que se olvidara de eso? —habló la menor rápidamente.

—Sí, una semana entera trabajando día y noche para poder comprarle otro, aparte de gastar mis ahorros.

—Sigo diciendo que hubiese sido mejor idea borrarle la aplicación —opinó ella.

—No se me ocurrió eso... y se me olvidó la contraseña que puse.

Leah quiso saltar de felicidad porque creía que pudo cambiar de tema.

Hace unas horas iba a confesarse pero ahora tenía mucho miedo.

—Pero de eso no estábamos hablando.

Mierda.

—Hizo un video con ese famoso audio "toma chupete" ¿lo recuerdas?

—Leah...

—Y luego...

—Leah Smith.

Se calló.

Leah estaba jugando con sus manos de manera impaciente, no sabía qué decirle, estaba muy nerviosa.

—Respóndeme —exigió de una manera tan dura que la ojiazul antes de enojarse por como lo dijo, le gustó todavía más.

Dios dios dios, ¿por qué usó ese tono? ¿no se da cuenta que me enamoro más?

Leah tomó valor y luego de respirar profundamente, respondió.

—No me gustas, idiota. Cuando dijiste eso estaba pensando en otra cosa, lo dije de manera inconsciente porque no entendí muy bien, no estaba prestando atención —se excusó.

—¿Y entonces por qué te pusiste tan nerviosa?

—Vamos, tú también te pondrías nervioso si dices algo así por error.

Y esas palabras llegaron al corazón de CheongSan, le dolió y muchísimo.

Pero, ¿si la chica no le gustaba y solamente era atracción por qué se sentía de esa manera?

¿Por qué anhelaba con todo su ser que Leah hubiese dicho "sí, me gustas" para luego formar una linda relación y después de todo esto ir a su casa y ver los Simpson mientras comen papitas?

Y justo en ese momento se dio cuenta de algo...

Le gusta su mejor amiga y le gusta demasiado.


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Siento que el capítulo fue muy corto y aburrido pero ya me voy a poner las pilas, lo prometo

AFTER ¡ SEX - CheongSan : estamos muertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora