10.

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Ambos adolescentes se encontraban sentados en el suelo, estaban esperando pacientemente a sus amigos pero al ver que se demoraban se comenzaban a preocupar.

Los dos temían que les haya pasado algo en el camino.

Leah estaba recostada en el hombro de CheongSan y CheongSan tenía su cabeza recostada en la de la chica, así han estado todo el tiempo sin dirigirse una palabra.

No porque se sentían incómodos o algo, incluso el silencio se sentía bien si era de parte de ambos.

—¡Leah! ¡CheongSan! —apenas escucharon esas palabras se levantaron, se dieron vuelta y OnJo abrazó a sus dos amigos con fuerza.

Al separarse CheongSan miró a todos sus compañeros y OnJo aprovechó eso para pegarle una fuerte patada que provocó que CheongSan casi cayera al suelo.

Luego, todos los rodearon y Dae-su levantó a Leah al darle un gran abrazo por la felicidad.

—Hey, hey —protestó CheongSan al ver eso y Dae-su la bajó de inmediato.

La ojiazul miró a su alrededor y ladeó la cabeza. Faltaban algunos.

—¿Dónde está Isak?

OnJo bajó la mirada y negó con la cabeza.

Leah entendió eso.

—¿Qué? ¿qué pasó?

—Cuando los ayudamos para que vayan a buscar la comida un zombie la mordió... No nos habíamos dado cuenta y... lo siento mucho.

Habló uno de sus amigos pero Leah ni siquiera pudo distinguir quién fue, su corazón comenzó a latir rápidamente y negó con la cabeza repetidas veces, no quería creerlo.

—No... eso no es verdad, no... —negaba con su cabeza mirando a todos sus amigos, sintió como su vista comenzó a nublarse y rompió en llanto cuando Joonyeong le dio un abrazo, escondiendo su rostro en el cuello de él.

—Tranquila...

CheongSan y OnJo se acercaron de igual manera, Dae-su ya se encontraba llorando al ver tal escena.

OnJo tomó una de las manos de Leah mientras que con la otra limpiaba una pequeña lágrima que cayó y CheongSan acariciaba el cabello de la menor de todos ellos.

Porque sí, Leah era la más pequeña del grupo por unos meses.

Isak fue una gran amiga para ella, una gran amiga y un buen apoyo junto con todos los demás.

Simplemente no lo quería creer.

Luego de soltar un montón de lágrimas, se alejó de Joonyeong mostrándole una pequeña sonrisa de agradecimiento por estar ahí para ella y luego miró a OnJo.

Ella igual la estaba pasando mal pero sabía que se quería hacer la fuerte.

Leah la miró y OnJo hizo lo mismo, luego soltó un pequeño sollozo y eso bastó para que la menor la rodeara con sus brazos, dejando suaves caricias en su espalda.

—Lo siento mucho... —susurró.

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Todos comenzaron a sentarse en diferentes lugares, pues se habían cansado de correr tanto.

De la nada, la chica de cabello corto se levantó con rapidez, mientras se alejaba lentamente de la presidenta.

—Oye, NamRa... ¿te mordieron? tienes una marca allí.

Al escuchar eso, todos se alejaron enseguida y CheongSan tomó a Leah para alejarla de la chica mordida ya que se encontraba demasiado cerca.

AFTER ¡ SEX - CheongSan : estamos muertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora