18.

7K 480 151
                                    


Al ya estar todos completamente despiertos, miraron a la presidenta que se encontraba mirando una ventana sin moverse y sin decir absolutamente nada.

—¿Qué pasa? ¿ves algo? —preguntó SuhYeok.

—El olor es más fuerte.

Al decir eso, Dae-su comenzó a inhalar profundamente y luego comenzó a sentir su propio olor, llevando su nariz a sus axilas, luego miró a los demás y negó.

—Yo no huelo nada.

—Creo que vienen todos hacía aquí. El olor es muy fuerte —habló NamRa.

—¿Tú cómo sabes eso? ¿tienes un olfato especial así como los perros o cómo? —preguntó uno de los recién integrados, Taeyang.

—Es difícil de explicar, no lo vas a entender —comentó GyeongSu.

—Estamos atrapados. No hay forma de salir —dijo Joonyeong sin mirar a nadie.

—No digas eso —lo regañó Hyoryung.

—Pero es verdad. No hay manera.

—Como sea. Que nos maten si quieren —formuló Dae-su, levantándose.

—Ha-ri. No te eliminaron en las preliminares, ¿verdad? —se escuchó la voz de Woojin.

—No. Lo logré —respondió ella.

—Tenías un torneo. ¿Por qué viniste a la escuela?

Ha-ri no respondió.

—¿Eres su hermano? —preguntó Mi-jin.

—Sí. ¿Y?

—Obtuvo una puntuación perfecta y entró en el equipo nacional. Yo la vi.

—¿En serio? —preguntó el menor de los hermanos, mirando con una sonrisa a la mayor.

—Sí, en serio.

—¿Estás en el equipo nacional? ¿Mamá y papá saben?

Leah se levantó de donde estaba, se acercó a Woojin y dejó un suave golpe en la parte trasera de su cabeza.

—¿Cómo lo van a saber? Tu cerebro está peor que otros días, Woojin —rió— No creo que le haya pedido prestado un celular a uno de esos zombies para llamar a tus padres. Tonto —lo regañó la castaña.

—¡Oye! ¡No me digas tonto!

—Yo le iba a decir lo mismo, gracias —Mi-jin le sonrió a la ojiazul— ¿Cómo te llamas? me agradas y eres linda.

—¡Tiene novio! —exclamó Woojin de la nada, apegándola a su pecho y alejándola de Mi-jin.

—¿Estás con ese mocoso? —preguntó, mirando al hermano de Ha-ri.

Luego, se escuchó una tos demasiado falsa y dramática, llamando la atención de todos los presentes.

CheongSan estaba mirando la escena desde su puesto y este asesinaba a Woojin con la mirada.

—Oh, ya entendí —Mi-jin soltó una risita— Es mejor que la sueltes, a ese chico ya le está saliendo humo de las orejas y ya veo que se tira como toro a atacarte —bromeó.

Woojin hizo caso de inmediato y antes de soltar a Leah, desordenó el pelo de la chica, dejándola toda despeinada.

La ojiazul rió suavemente, fue hacía su pelinegro y se sentó a su lado, dejando un tierno beso sobre la mejilla de este.

A CheongSan le cambió la expresión del rostro rápidamente. Antes estaba enojado y bastante serio y ahora incluso le brillaban los ojos al ver a su chica.

AFTER ¡ SEX - CheongSan : estamos muertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora