ϕ Vida tras vida. ϕ T.K

16.

Si bien Jungkook se sentía más tranquilo con la plática que había tenido con su alfa, aún estaba un poco preocupado, sabía que Yonsung seguiría jodiendo, la idea de que provocara a su alfa y que él no lo pudiera calmar o no estar a su lado lo torturaba.

Taehyung estaba saliendo de la clase de deportes, se había duchado y ahora solamente necesitaba sacar sus cosas del casillero, al terminar de hacerlo volteó encontrándose con una inesperada y desagradable visita.

— Taehyung que gusto me da verte ¿Cómo está tu delta muerde almohadas?

— Yonsung. — Dijo casi en un gruñido. — ¿Qué es lo que quieres?

— Nada, únicamente quiero pasar tiempo con mi hyung favorito.

— Te pido que no me vuelvas a llamar así. Además, ni muerto quisiera pasar tiempo contigo. ¿No tienes que ir a perseguir una pelota o algo?

— Para nada. Me da risa que Kookie y tú sean tan parecidos, a él tampoco le gusta "perseguir una pelota" porque dice que parece un perro, sin embargo, ahora es más que claro que le encanta que lo pongan de perrito, es un hipócrita ¿No lo crees?

— Tú eres aún más hipócrita, dices que yo no debería dominarlo, sin embargo, cada que lo ves intentas hacerlo y deja de llamarlo Kookie, no tienes el derecho.

— Es que no tienes idea de lo mucho que me emociona saber si me lastimarás convirtiéndote en lo que más odia Jeon o si él logrará calmarte, cualquiera de los resultados me parece encantadoramente emocionante.

— Deberías ir a un psiquiatra Min, como sea, dejaré de perder mi tiempo contigo, quedé en ir a desayunar con mi Jungkookie.

— Quisiera unirme a su desayuno, ¿Me lo permites? — El mayor gruñó en respuesta, evidentemente molesto. — Está bien, será a la próxima hyung, nos veremos pronto.

— Púdrete Min Yonsung.

Dicho esto, Kim salió de ahí, encontrándose con su pareja en la cafetería.

— ¿Hyung estás bien? Hueles a ira.

— Estoy bien Kook, no es nada.

— Kim Taehyung, no me mientas.

— Ok, ok, puede que no esté tan bien. Yonsung fue a verme en la mañana, estuvo jodiéndome un rato.

— ¿Le hiciste daño? ¿Él te hizo daño?

— No, únicamente tuvimos una charla, una desagradable, arrogante, estresante y desgastante charla. Parece ser que le emociona saber el resultado de que me provoque, algo así de explosividad y calmantes.

— Ven Tae. — El pelinegro abrió sus brazos para abrazar a su alfa. — Gracias por contenerte, eres maravilloso mi querido alfa.