19.

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El celo del Taekook (Como los había bautizado Hoseok) estaba a solo un par de días de llegar, como la vez pasada, irían a la casa de los padres del mayor. No debían preocuparse por las faltas, pues la escuela daba permiso a sus estudiantes de faltar a causa del celo, sin necesidad de preocuparse por faltar a las clases.

Jungkook estaba saliendo de su clase de inglés un poco frustrado porque no le iba demasiado bien, fue a su casillero donde se encontró con Yonsung, realmente no era extraño, se la había pasado molestando más de lo usual.

— Kookie, Jungkookie, ¿Cómo va tu día?

— De hecho iba de maravilla hasta que viniste Min.

— Oh, vamos Jungkookie, tú y yo somos mejores amigos, debemos estar cerca ¿Dónde está mi hyung favorito? Pensé que desayunarían juntos, quiero desayunar con ustedes, esta vez yo invito.

— ¿Por qué no mejor nos das el dinero y desayunamos separados? Su celo se acerca y no sé si le guste tenerte ahí molestando.

— Sé que se acerca su celo igual que sé que tu celo y su celo están conectados, es por eso que quiero desayunar con ustedes.

— Basta ya, ¿Qué es lo que quieres? Haré lo que sea solamente déjanos en paz.

— Hablemos en un lugar más privado ¿Quieres? Aquí hay demasiada gente oyendo.

— Un punto más privado es más riesgoso para mí. ¿Por qué aceptaría?

— Me encanta que seas tan inteligente y precavido, vamos al baño, ahí no es tan público pero tampoco tan privado.

— Está bien.

Antes de entrar le llegó un mensaje.

◑: Kook, ¿Dónde estás?

◑: Compré comida para ambos.

◑: Jimin y Hoseok también van a desayunar con nosotros.

◆: Estoy en el baño que está por mi casillero, Yonsung quería hablar.

◆: Si no llego en 15 minutos, por favor ven a buscarme.

◑: Está bien.

Aunque a Taehyung no le gustara que su menor hablara con Min, no podía oponerse, pues no quería quedar como un controlador.

— Y bien, Yonsung, ¿Qué es lo que quieres?

— Fácil Jungkookie, te quiero a ti.

— ¡Ja! No me hagas reír, tú odias a los deltas, además yo ya tengo alfa.

— Vaya que tú y tu novio se parecen, el hecho de que no me gusten los deltas no significa que no quiera uno, ustedes son bastante más entretenidos que los omegas. Tu alfa no es gran problema, como ya te dije antes, si clavara mis colmillos en tu cuello yo sería tu alfa.

— Ni muerto me dejo marcar por ti, no te quiero cerca de mí y también quiero que te alejes de Taehyung, no podré seguir controlándolo cuando lo provoques.

— Puede que tengas razón, pero pregúntate esto, ¿Quién pierde más? Puede que yo reciba una paliza de su parte, pero él te perderá a ti.

— No puedes estar seguro de eso.

— Pero claro que sí, el miedo en tus ojos la última vez que nos peleamos era demasiado y eso que no me hizo nada, me imagino que si me hiciera algo, tú no podrías con eso ¿O sí?

— Creo que ya no tengo nada que hacer aquí, me voy.

Al salir se encontró con su alfa quien lo abrazó.

— Perdón Jungkookie.

— ¿De qué hablas?

— Perdón por no haberme controlado esa vez, supongo que me enojé demasiado y no pensé las cosas.

— ¿Lo escuchaste todo?

— No podía dejar que te hiciera daño.

— Tae, yo sé que ese día no fue tu culpa, él te hizo enojar, tú solamente reaccionaste según tu instinto, además era para protegerme, yo soy quien tuvo la culpa, si tan solo no hubiera actuado tan cobardemente él no me habría hecho nada y tú no hubieras tenido que atacar. Yo lo la- ¡ah!

— ¿Kook estás bien?

— No, duele bastante hyung.

El aroma del chico era intenso, omegas, betas e incluso algunos alfas se acercaban con dobles intenciones, pero fueron alejados por el gruñido de su alfa, quien llamó a su hyung para que fuera a la dirección para avisar de su situación. También llamó a su padre para que les llevara el auto y a Jimin para que consiguiera supresores.

Aléjense de mi delta. — Dijo en un gruñido y su menor tembló por la voz de mando, él ya estaba sintiendo como una dolorosa erección se formaba bajo sus prendas. De pronto un omega bajito y con la respiración agitada llegó corriendo. — Aléjate de nosotros.

El omega sintió miedo y lo demostró con un chillido, pero un alfa de pelos azules salió de entre la multitud gruñendo en dirección al alfa rubio. Se acercó sin miedo pues él también era un alfa purasangre, le dio los supresores al mayor y ambos los tomaron, minutos más tarde llegó el papá del mayor con el auto y las llaves de la casa, tomaron camino hacia la casa donde pasaron una larga tarde.

ϕ Vida tras vida. ϕ T.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora