Cap. 16

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Skyler:

Su rostro se alejó un poco para mirarme a los ojos, cortándome el aliento. Las pupilas del mismo descendieron, centrándose en mi cuello. Una sonrisa inmensa apareció en la cara del rubio. Atisbe hacia abajo, confundida, sin saber qué era lo que estaba observando. Entonces me percaté de la cadenita que adornaba mi piel. Antes de que pudiera hacer algo para impedirlo tomó el dige colgante entre sus dedos, analizándolo.

- Sigues usándolo. - Este colgante fue un obsequio suyo cuando cumplí los catorce años. - Parece que hay cosas que no cambian. - En ese momento un baldazo de agua fría me trajo devuelta hasta la realidad.

Le quité posecivamente el precioso dige de plata. Era un árbol de la vida y tenía inscrito detrás la palabra "Siempre". Ya saben, como un "Siempre seremos amigos", "Siempre juntos", "Siempre para ti", y ese tipo de cosas que, ahora, se veían tan lejanas y carentes de sentido.

Este regalo era lo único bueno que me había quedado de su amistad. Era un símbolo de que, todos aquellos hermosos momentos, no fueron simplemente un sueño que se esfumó en el aire. Me daba la certeza de que había sido real, aunque no lo pareciera. Él lo había arruinado todo. No me malentiendan, yo también lo hice, me hago cargo de lo que me toca, pero si él no hubiera sido tan estúpido nada de esto hubiera ocurrido. Nada, y no iba a dejar que lo único bueno que me quedaba también lo estropee, por eso le quité MI cadena. Muy tonto considerando que fue él quien me la dio.

Plasmé una socarrona curvatura en mis labios.

- En eso estás equivocado. - Me miró confundido. - Evidentemente tu no has entendido absolutamente nada. - Puse mi palma en su pecho, haciéndolo retroceder, mientras lo apartaba. - Quien tiene el control de mi vida y de mis decisiones soy yo, ¿y sabes qué? tu no determinas cuando esto termina o deja de hacerlo, eso lo hago yo. Y ya he dicho mi última palabra, ¿quieres que te lo vuelva a repetir? por que parece que aún no captas. No hay despedidas, no hay premio de consolación, ni siquiera puedo decir que haya una "amistad", esto es un adiós y no estoy preguntándote si te parece bien o no, es un hecho y vas a tener que adaptarte, por que no hay vuelta atrás. Ve analizando cómo vas a lidiar con ello, por que yo... querido Cole, no soy un objeto. ¿Has entendido?

FlashBack:

Las piernas me temblaban, ¿a quién intentaba engañar? no podía ni sostenerme a mi misma. Mi cabeza se encontraba maquinando sin césar, buscando en lo más recóndito y escondido del cerebro alguna señal de que esto sucedería, lo único que deseaba en ese momento era entender. Quería un por qué, ¡quería una maldita explicación lógica! En ese instante nada tenía sentido, toda coherencia había desaparecido. Hay cosas en la vida que son exactas... como matemática, física, química y todas esas ciencias... pero las personas, ahí ya estábamos hablando de algo demasiado complejo. Se supone que si tu haces determinadas cosas por ciertas personas esperarías obtener un trato recíproco, la verdad es que... raramente esto sucede. Debido a que nadie tiene principios, nadie se compromete, nadie cumple sus promesas, nadie sigue valores. Me sentía tan pero tan estúpida, ¡¿cómo es que nunca en estos quince años pude darme cuenta de la clase de persona que tenía al lado mío?! ¡¿cómo es que pude idealizarlo tanto como para no verme venir esto?! Si su cariño resultó ser algo tan hipócrita, tan falso, ¿cómo mierda podía pensar que el afecto de los otros era real? Nada en ese entonces para mi era sincero. Me ardía el pecho, estaba destrozada por dentro, no podía más con la angustia. Sentía el agua caerme por la cara de una forma imparable.

Mis rodillas se doblaron y terminé cayendo al suelo, al helado y mugroso suelo. Me eché para atrás, a gatas, buscando una pared sobre la cual sostenerme. Sentía que el dolor no pararía nunca, no podía controlarlo, era insufrible. No podía parar de sollozar.

Olvídate de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora