Antes De Ir A Hogwarts

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Cuando Draco leyó el mensaje se río, obviamente lo hizo, pero no pudo evitar preocuparse. No había planeado esa amistad y mucho menos prepararse de lo que podría pasar. Con todo esto sus pensamientos fatalistas y miedos sobre regresar a Inglaterra volvieron. Pensó en Scorpius, en cómo sus actos pasados podrían afectarle a su hijo. Y si regresaban a Francia, y si mejor inscribia a Scorpius en la escuela muggle y él atendía sus lecciones de magia y sí... Quizá era tiempo de otra platica no planeada y sin preparación sobre Hogwarts con su hijo.

Al final decidió no hacer nada, Ginny le marcó y le contó sobre la pelea. Draco la consoló por el teléfono. Decidieron que por el momento era mejor no verse y esperar a que la furia Weasley se tranquilizara. Draco le recomendó que mejor se enfocará en prepararse para la entrada a Hogwarts de Albus y la escuela de Lily.

Unos días después de esto, la carta llegó. Scorpius se había alegrado como nunca. Le gustaba el mundo muggle, pero le gustaba la magia, quería aprender y recordar las historias que le contaba su madre de Hogwarts lo entusiasmaba. Draco al ver la alegría de su hijo no tuvo la fuerza para la plática que había postergado. Así que ahora todas las pláticas eran sobre las compras y los preparativos para Hogwarts. Era la primera vez que iría al callejón Diagon desde su llegada a Londres, aunque tuviera un negocio de pociones en el mundo mágico rara vez iba al mismo y todo lo intentaba manejar desde su casa en el lado muggle. No estaba preparado, ni tenía un plan, ni siquiera había pensado en esto. Ahora más que nunca quería tener a Astoria a su lado, o una amistad. Quizás podría llamar a Daphne o a Ginny. Terminó por llamar a Daphne.

Habían decidió ir entre semana, con la esperanza que no hubiera tanta gente. Daphne los estaba esperando fuera del Caldero Chorreante, abrazo a su sobrino y a Draco. Draco se sorprendió por esto, Daphne le dijo que al final eran familia, y que siempre lo serían, era estúpido alejarse y que quería pasar unos días en Francia ahora que él había regresado y tenía una casa sola allá.

Al llegar al callejón los esperaba Theo, junto a sus hijas, Dione quien tenía 8 años y la bebe Eleni de 1 año.

-Hola, Draco. Eleni no deja tu regalo.

- Yo no tuve regalo

- ¡Dione! No digas eso - la regaño Daphne y Draco le prometió que le compraría algo ese día y que algún día la invitaría a una fiesta de té con la hija de una amiga suya. Con esto último, Theo y Dhapne intercambiaron una mirada sospechosa, Draco no era de tener o hacer amigos.

- Así que, ¿una amiga?- Daphne le preguntó, Draco se puso nervioso, Scorpius miró a su papá para saber que respondía. Él aún no conocía a la amiga.

- Es una vieja conocida, solo que ahora nos reencontramos sin las diferencias escolares.

- Eso quiere decir que es de Hogwarts. ¿De casa era ?- preguntó Theo

- Quizá después de empezar el curso podamos juntarnos para tomar un café.

Scorpius se sentía estafado, quería conocer a la nueva amiga de su padre. Según su padre tenía un hijo de su edad y que ella era muy buena jugando quiddicht y haciendo hechizos que pudiera a usar para bromas o defenderse.

Draco Malfoy y su forma de enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora