Draco Malfoy y su forma de enamorarse

Scorpius

Draco nunca planeo tener un hijo. Amaba a Scorpius, era lo más importante en su vida. Pero cuando Astoria murió fue un golpe duro para él. Cuando se entero del embarazo fue una sorpresa, pero se dijo que estaba preparado para ello, así que lo que sucedió después fue de cierta forma fácil. Pero la enfermedad de Astoria fue de esas situaciones a las que creyó estar preparado, ya sabían que pasaría, pero no lo estuvo. Perder a su esposa fue lo peor. Solo mirar a Scorpius le dio las fuerzas para continuar y mejorar. Fue por ello que estuvo yendo a una psicomaga durante un tiempo, decidió que antes de que Scorpius empezará su educación mágica podrían tomarse un año para viajar por el mundo y prepararse para regresar a Inglaterra.

Draco habria querido no regresar a Inglaterra, Scorpius bien podría entrar a Beauxbaton y así no dejar Francia. Pero Astoria insistió que Scorpius estudiará en Hogwarts, ella lo había disfrutado y decía que quitando la guerra Draco también lo había hecho. Así que decidió que cumpliría esa promesa.

Ahora el problema era que debía preparase para que su hijo no perdiera un año de educación elemental. Además debía planear como continuar con la preparación de educación muggle de Scorpius. Debía preparar también como darle la noticia al niño y decirle que no vería a sus amigos por un tiempo. Se mudarian a otro país. Pasarían el siguiente año viajando. Draco estaba a punto de sufrir un ataque.

- Pá, papá ¡papá! ¿puedo ir a comer con Didier?- grito Scorpius abriendo la puerta de la oficina de su padre-¿Estás bien? - Draco no respondió, tenía papeles y libros tirados por todos lado, se sujetaba la cabeza con sus manos - ¿papá?

- ¡Eh! Scorpius, sí Didier, puedes ir. Pero debemos hablar antes.

Quizá debió planear esta conversación, pero bueno después de unos días en que Scorpius no le habló, unos días en que fue cortante. Ahora podría decir que estaba entusiasmado con el viaje. Al menos lo de la escuela mágica ya era algo que habían hablado antes. Draco sabía que Didier tenía gran responsabilidad que el enojo de su hijo durará sólo diez días, definitivamente lo pondría en su testamento.