Durante ese siguiente año Draco podría decir que era feliz. Su hijo era feliz, tenía amigos, incluso le dijo que quería invitar a Didier a Inglaterra para que conociera a Albus. Él tenía un trabajo estable, otro trabajo estable. Tenía amigos, había reconectado con sus amigos de la escuela y había hecho nuevas amistades. Tenía una buena relación con su familia, iba a cenar con Andrómeda una vez a la semana.
El único problema era que todos a su alrededor se habían empecinado a buscarle una relación amorosa. Ginny y Blaise le habían hecho alguna treta para que tuviera una cita a ciegas. Daphne y Theo le habían tirado mil indirectas sobre estar soltero. Luna y Rolf ¡y Rolf! Le mandaban postales y cartas sobre que debería salir de nuevo a buscar amor, o por lo menos tener sexo. Seamus y Dean le habían dicho que probará con todo lo que estuviera a su disposición, le dijeron que si quería empezar con alguien de confianza ellos estaban dispuestos a lo que fuera.
Antes de terminar su primer ciclo escolar, hasta McGonagall le había dado un sermón sobre tener una relación romántica. A este sermón se había sumado la bibliotecaria y de repente ya estaba todo el cuerpo docente de Hogwarts dándole consejos sobre citas y que esperaban que el siguiente curso les diera la sorpresa. Durante las vacaciones esperaba que esta nueva obsesión de sus conocidos se fuera. Pero esto sólo empeoró. Y es que ya no sólo eran sus amigos, ahora su hijo y los hijos de sus conocidos se habían sumado a la campaña "deberias conseguirte pareja, Draco". Y cuando creyó que no era suficiente los padres de sus amigos lo inscribieron a un programa de citas matrimoniales.
Ese fue el verano que menos disfruto de su vida. No sólo tuvo que escuchar día si y día también sobre su falta de relaciones amorosas y la importancia de conseguirse una relación estable. Se enfrentó a varias citas a ciegas a traición por parte de todos, de todos y cada uno de los adultos a su alrededor.
Harry deseaba comenzar una relación, cuando vio a Ginny feliz o aceptó que Ginny era feliz en su nueva relación extrañó el tener una pareja. Durante ese año renunció al cuerpo de aurores para trabajar en su relación con sus hijos. Quería más tiempo para ellos y para él mismo. Le dijo a Ron que quería empezar de nuevo y buscar una relación estable. Hermione al enterarse lo felicito; Ginny le dijo que podría experimentar lo que no pudo durante su juventud.
Lo que no esperaba es que sus amigos arruinaran cada oportunidad de relación y es que no lograba pasar de la tercera cita con ninguna mujer porque sus amigos ya habían encontrado mil defectos en ellas, no les agradaban, le decían que podía encontrar a alguien mejor.
Por eso estaba sin compañía un viernes por la noche. Y los domingos en la comida semanal en la Madriguera terminaba en medio de una conversación del club de fans de Malfoy y su nuevo objetivo de enocntrale una pareja adecuada al susodicho. A él le espantaban las citas y a Draco se las conseguían. Él no pasaba de tres citas porque sus amigos se encargaban de arruinar todo mientras a Draco le presentaban personas cada rato y le instaban a terminar una cita.
Asi se pasó otro año en su vida. De repente su pequeña Lily iría a Hogwarts y no dejaba de hablar sobre eso y sobre que quería que ya su tío Neville y Draco le dieran clases. Al llevar a los niños a la estación Hugo también estaba emocionado por conocer al famoso profesor de Pociones.
-No tienes que esperar tanto, ahí está Draco - dijo Ron señalando a la izquierda del grupo donde estaba Draco junto a Scorpius y el matrimonio Nott
-¿Dónde? - dijeron a coro todos los niños
-¿Podemos ir a saludar?
- ¿Te molesta si vamos?
-¿Nos dejas ir?
- Vamos a saludar, chicos - les dijo al final Ron. Parecia demasiado emocionado por ir a saludar a Draco Malfoy, solo un año antes había renegado de verlo y ahora parecia que iba a ver a un jugador de los Chudley Cannons.
Decir que Draco no esperaba a un grupo enorme de gente ir casi corriendo a decirle hola era un eufemismo. Menos esperaba que este grupo fuera liderado por Ron Weasley. Ni en sus más locos sueños hubiera imaginado que Ron Weasley le saludara sonrojado y con demasiada timidez.
- Disculpa a mi esposo, queríamos saludarte y desearte un buen curso como profesor. También decirte que tendrás un nuevo Weasley al cual enseñar. Este es nuestro hijo Hugo. - presentó Hermione, que aunque no parecía tímida, si se había sonrojado.
- Gracias, Granger. Mucho gusto, Hugo. Espero que tus habilidades en pociones estén cerca de las de tu hermana. - vio a Hugo, tragar saliva con miedo
- Hola, profesor. Un placer conocerlo, yo no creo ser tan inteligente - dijo con miedo el niño
-¡Draco! ¿Qué te dije de moelstar a los niños? No te preocupes, hijo. Algo así le dijo a mi hija. - intervino Daphne
- Era una broma, joven Weasley. No se preocupe aún por eso.
- A decir verdad, fue peor con Dione. Le dijo que si sus habilidades no estaban ni cerca del nivel de aceptable mejor que ni entrará a clases y se olvidará que eran familia.
-¿Draco? ¿Cómo te atreves a ser tan cruel con esos pobres niños? - ahora fue turno de Ginny de regañar al profesor. Draco los ignoro a todos.
- Lilly, de ti espero que no lleves el hábito de hacer explotar calderos como tus hermanos
- Le aseguro que no, señor - fue James quien respondió - y le juro que este año me esforzaré más, no escuchará ninguna queja de mi y todo serán halagos.
- Entonces quiero ver puros Extraordinarios en sus Extasis
- No pidas milagros, papá. Deberías agradecer si logra un único Troll.
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Draco Malfoy y su forma de enamorarse
FanficDespués de haber vivido en Francia, Draco Malfoy regresa a Londres para que su hijo Scorpius empiece su educación mágica. Entre todo esto, Draco empieza una nueva amistad que lo lleva a enamorarse, mientras otras muchas cosas suceden con las persona...