Te recuperare, pase lo que pase

Solo un momento

Sirius cerro los ojos y yo salí a paso apresurado hacia el laboratorio, rezando internamente por que Snape no se encontrara en el lugar. No se en que momento paso pero desde hace un tiempo lo veo de manera diferente, casi con anhelo. Al principio pensé que se trataba de amistad ya que nuestros hijos eran muy unidos pero con el tiempo me di cuenta de que se trataba de algo mas.

De un momento a otro, empecé a desear que me mirara con cariño, que tomara mi mano, que me abrazara, incluso llegue a soñar que me besaba... y no en la mejilla como hace con su hija. No, hablo de besos suaves que luego se vuelven demandantes... y terminan conmigo teniendo que encargarme de mi "problemita mañanero" en el baño que esta en mi cuarto.

Maldigo mi suerte cuando lo encuentro preparando pociones como siempre, con su trenza media larga hasta la mitad de su espalda (a causa de una pequeña poción de crecimiento para el cabello que hizo Cass y que no quiso revertir) y su habitual ropa negra. Por un momento me vi tentado a abandonar el laboratorio antes de que notara mi presencia pero antes de que pudiera hacerlo, hablo.

- Potter - dijo Snape con esa voz sedosa que hace que se me acelere mi corazón, maldigo sus reflejos de espía pensé frustrado - ¿Qué se te ofrece?

Me vi obligado a mantener la compostura antes de hablar - Sirius necesita una poción para la resaca.

Snape volteo a verme y alzo una ceja - ¿Otra vez? - se quejo.

- Es por Remus, ha estado ausente por mas de una semana - dije preocupado - Y para colmo, no tenemos forma de comunicarnos con él.

- Estará bien, es un hombre lobo.

- ¡Eso es lo que me preocupa! ¡En cuanto se cruce con algún idiota que lo crea "peligroso", él... el...!

- Nada le pasara, Cassandra dijo...

- Ella no puede asegurar nada y lo sabes, no después de explicarnos los "cambios sutiles" que produjo su llegada.

Snape no dijo nada, no puede, no sabiendo que tengo razón. Cassandra nos explico hace semanas que cuando empezó a cambiar algunos hechos, otros hechos aislados podrían cambiar sutil o drásticamente, dependiendo del caso. Bastaba con mencionar la salida de hace un par de semanas en la que, gracias a nuestra interferencia no directa, un hombre se salvo de un maleficio lanzado a sus espaldas.

- Por eso estoy preparando pociones extra, en caso de que se necesiten - dijo Snape con calma, luego busco entre sus pociones y saco una en especifico - Y hablando de pociones...

Suspire, casi olvido por que vine - Gracias.

Camine hacia él lentamente, intentando que no se me notara lo nervioso cuando, sin previo aviso, termine pisando quien-sabe-que-cosa que hizo que resbalara. Todo paso tan rápido que mi cerebro casi no lo registro: Snape se lanzo a atraparme antes de que cayera y lo logro... solo que terminamos girando, haciendo que yo quedara apoyado en la mesa de trabajo y él encima mío.

Estaba paralizado, mi corazón estaba latiendo muy rápido y estoy seguro de que mi cara parece un tomate. Una de las manos de Snape esta en mi cintura mientras que la otra esta apoyada en la mesa, nuestros rostros están a escasos centímetros el uno del otro y yo no puedo dejar de mirar sus ojos. Siento como su mano abandona mi cintura y acuna mi mejilla, yo me pierdo en su toque. 

- James... - susurro Snape alternando su mirada entre mis labios y mis ojos, como si pidiera permiso.

Yo solo pude responder - Bésame.

Snape no pierde mas tiempo y estampa sus labios sobre los míos, una corriente eléctrica me recorre por completo. Severus pasa su lengua sobre mis dientes y yo le doy permiso de que explore mi boca, su sabor es único. Sus brazos me acercan mas a su cuerpo y yo coloco mis manos en su nuca, profundizando el beso.

"¡¿Que estas haciendo?! ¡Es Snape, SNAPE!" grita la parte racional de mi cerebro en un intento inútil de hacer que me detenga pero yo no lo escucho. "Snape no... Severus" le respondo con tal de que se calle y me deje disfrutar esto. Luego de unos minutos (que a mi me parecieron horas), nos separamos por la falta de aire, con solo un hilo de saliva separándonos y sin poder apartar la vista del otro.

- Eso fue... - musite sin saber como describir lo que acababa de pasar.

- Lo fue, si - dijo Severus en un susurro - ¿Quieres repetirlo?

Antes de que pudiera responder, escucho un grito - ¡Cornamentaaaaa! - era Sirius, lo había olvidado.

- Y-Yo... - dije tanteando la superficie en busca de la poción bajo la atenta mirada de Severus hasta que la alcanzo - A-Adiós.

"Cobarde" me recrimine a mi mismo por salir huyendo del lugar, se que no fue muy Gryffindor de mi parte pero... ¡no podía seguir ahí después de lo que paso! El grito de Sirius me hizo regresar a la realidad de golpe y me di cuenta de un hecho importante: ¡acababa de pedirle a Snape que me besara! ¡¿Como voy a mirarlo ahora?!

- ¿Cornamenta? - la voz de Sirius me saco de mis pensamiento, no me di cuenta de cuando llegue al salón y le di la poción - ¿Por que tu cara esta tan roja?

Esa pregunto me hizo recordar el beso, sacudí la cabeza en un intento vano de desvanecer ese recuerdo - No preguntes.