Capítulo 13

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- Venga Blair, apúrate que ya vamos tarde. -Presionó como por quinta vez la pelirroja ya exasperada.

Blanqueé los ojos mientras me terminaba de calzar la zapatilla izquierda y cogía mi móvil, poniéndome en marcha a la puerta y salir de la habitación.

- Nos perderemos el aviso de los directivos. -Habló desesperada Lauren mientras a paso rápido caminábamos hasta la sala de reunión.

- Son una real molestia en el trasero. -Bufé y me rodaron los ojos.

Llegamos a la sala y cogimos los tres últimos puestos siendo lo más sigilosas posibles y justo como si la suerte estuviese de nuestro lado, la directora apareció en el podio resonando sus tacones con cada paso. Me enderecé en mi asiento y la seguí con la mirada.

- Buenos días. -Habló en el micrófono. -Hay un relevante acontecimiento por el que os he citado el día de hoy. Daremos una gran fiesta para celebrar el compromiso de mi hija mayor. -Sonrió ella con arrogancia. -Como será en los alrededores de este internado, vosotras estáis todas invitadas, claramente. La única condición para ello es un comportamiento ejemplar digno de mostrar a las importantes e influyentes personas que vendrán y así dejar en alto el nombre del internado. Con la señorita Teller, presentarán un baile en el que tengo entendido ya han estado practicando, ella luego se encargará de darles las pautas. Por ahora eso es todo, que tengan un buen día. -Dio por terminado su discurso y nos despachó.

Todas las chicas que estaban en el salón, se levantaron y comenzaron a hablar entre ellas a la vez que salían a los salones. Preferí esperar que todas salieran y después salí. Di un suspiro y fui a mi clase de danza clásica.

Los chicos ya estaban en el salón y en cuando observé a Matthew, este hablaba con Jade, esta reía y le hacía efusiva señas a lo que él asentía. Me coloqué en uno de los espacios disponibles y en cuanto la señorita Teller carraspeó todos los murmullos que habían en el salón, cesaron. Matthew me miró y se acercó a mí, ondeando su mano en saludo. Medio sonreí y susurré un hola antes de que la señorita Teller comenzara a hablar.

- Vale, se que estáis emocionados por lo que acaba de decir la directora pero os pido que os calméis. Ahora tenemos que trabajar aun más duro que antes para que todo salga perfecto. Practicaremos más en esta semana que nos queda hasta el cansancio y si os doy un consejo chicas, ir comprando los vestidos. -Añadió con una sonrisa picara y todas las chicas chillaron de ¿emoción? Yo por mi parte hice una mueca. -Bien, bien, calmaros y en posición. -Y la música con la que ya estaba más que familiarizada comenzó a llenar el salón.

- No luces tan entusiasmada con la noticia. -Comentó Matthew a la vez que se posicionaba frente a mí para empezar la rutina.

- ¿No ves como irradio emoción? ¡No puedo contenerme! -Estaba siendo tan sarcástica como la vida me permitía.

- ¡Hey! -Levantó ambas de sus manos en inocencia. -No lo cojas conmigo. No es mi culpa.

- Lo siento. Es sólo que comprar un vestido no me pone de un muy buen humor.

- Eso puedo verlo. -Sonrió. -Eres algo más, Blair Ross. -Añadió dándome una vuelta con la que casi tropiezo pero Matthew se las ingenió para mantenerme de pie.

Sentí un calor subir a mis mejillas. -No lo entiendo.

- Todas aquí están como si les han dado la mejor de las noticias pero para ti, es como si fuese algo tan trágico.

- ¿Qué de emocionante puede tener el usar un incomodo vestido y unos zapatos tan altos con los que puedes es irte de bruces?

Matthew rió. -Usar traje tampoco es mucho mejor. -Hizo una mueca.

- Preferiría usar un traje antes que un vestido.

- Diría que también preferiría usar un vestido pero quizá mi padre no estaría muy contento si algo como eso sucede. -Rió pero no había ni una pizca de humor en él.

- Existe la libertad de expresión. -Me encogí de hombros.

- No para aquellos a los que se la han restringido. -Su sonrisa no llegó a reflejarse en su mirada. -Tampoco es algo tan malo, ¿sabes? Podrá ser algo incomodo y apretarte hasta que te cueste respirar, pero también da un toque digno de mostrar. -Por un momento creí que no hablaba sólo del traje.

- Sigue pareciéndome absurdo.

Me estiró y jaló, enrollándome con su brazo por la cintura. -A veces me pregunto que hace una chica como tú aquí. -Susurró. Lo miré directo a los ojos y abrí mis labios para hablar.

- ¿Una chica como yo? -Pregunté. - ¿Desaliñada?

- Yo diría más bien, liberal. -Me dio la vuelta, desenrollando su brazo de mi anatomía. -De diferente pensar.

Ladeé mi cabeza y lo miré. -La superficialidad no es algo que va conmigo y si estoy aquí es por berrinche de mis padres. Una pérdida de tiempo, si me lo preguntas.

Podía observar cierto brillo en los ojos de Matthew, ¿fascinación quizá? No podía saberlo con seguridad pero esa mirada daba sacudidas a mi estomago. -Tal vez no somos tan distintos como creí. -Susurró para que apenas escuchase.

- ¡Bravo! -Aplaudió la señora Teller. Rompiendo la conexión entre nuestras miradas. -Puedo sentir vuestro entusiasmo y pasión para este baile. ¡Está más que claro que será un éxito!

Matthew soltó mi mano e hizo una reverencia, dando por terminado nuestro baile. Imité su pequeña reverencia con una risita y lo miré fijamente, tratando de asegurarme que había vuelto completamente a la realidad.

Fue como si por un momento todo a nuestro alrededor hubiese desaparecido mientras bailábamos. Mi corazón iba a un ritmo más lento que de costumbre y Matthew me transmitía con esa mirada que había sentido algo similar y que estaba igual de desconcertado que yo.

Lo contrario a una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora