Lo contrario a una dama

Capítulo 16

- ¡Tienes que estar de chiste!

Amber rió. -Eso fue sobre lo que hablaba Kyle con Chase hoy.

Chillé emocionada. -Tengo que conseguir la forma de ir.

- Sé que la conseguirás.

- ¿Vendrán?

- Lo más probable es que si. Sabes que te extraño mucho y realmente necesitamos hablar.

Suspiré. -Lo sé.

- Te estaré avisando, de todos modos.

- Vale. Adiós. -Y colgué después de escuchar como se despedía.

Aún no me lo creía que el xtreme weekend vendría a Seattle. Solía ver ese tipo de feria por televisión hasta que me fue legal ir el año antepasado.

Consistía en un fin de semana completo donde se hacían competencias de deportes extremos, como motocross, paracaidismo, ciclismo y más de ese estilo.

Lo que más me gustaba eran las carreras de motocross. Amaba esas carreras y ni hablar de montar una de esas motocicletas, pero el resto de los deportes eran igual de emocionantes.

El hermano de Amber corría en una de esas carreras y quizá por eso tenía una especie de crush en él. Eso le sumaba muchos puntos.

Sería el fin de semana próximo y tenía la intención de conseguir ir a como fuese lugar y más si los chicos vendrían.

Tocaron a la puerta. Fruncí el ceño y me acerqué a abrirla.

- Hola fresita. -Burló Matthew, entrando a mi habitación.

Bufé. - ¿Qué haces aquí?

- ¿Qué no puedo visitar a mi dama favorita?

- Eres un pesado.

- También tú, no me quejo tanto sin embargo.

- ¿Me dirás a que viniste o qué? -Me cansé de pelearle.

- Hay una reunión esta noche y pensé que era la oportunidad perfecta para probar tu madera de dama.

- ¿Qué? Ni lo pienses.

- ¿Qué estás rindiéndote es acaso lo que oigo?

Maldije por lo bajo. - ¿Esta noche dices?

Soltó una risita. -Es de etiqueta y necesito una pareja.

- ¿No se supone que Jade vaya contigo?

- Se supone, si, pero necesitas hacer más cosas de dama para el baile de compromiso, la semana próxima.

Abrí mi boca, sorprendida pero después pensé en la conversación que acaba de tener y sabía que me convenía mantener a Matthew de mi lado.

Mis facciones pasaron a formar una sonrisa que Matthew no entendió. -Vale.

- Ponte un vestido, corto de preferencia y tacones a juego.

- Las chicas deben tener alguno que me presten.

- Bien. Pasaré dentro de, -Revisó el reloj de su muñeca. -Dos horas. No te vayas a tardar tanto.

- Cómo si eso fuese posible. -Blanqueé los ojos y él guiñó antes de desaparecer.

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- ¿En serio irás a una fiesta de etiqueta?

- Estoy igual de sorprendida que tú. -Apoyó Danielle.

- Veré que tan malo es todo. -Me encogí de hombros y alejé mi rostro de sus manos con implementos que maquillaban mi rostro. -No exageres.

Danielle blanqueó los ojos y me miró. -Estás divina. Aún no entiendo porque no te gusta el maquillaje.