- Finalmente. –Me tiré en la cama, boca abajo con un suspiro.
Las chicas rieron. –Eres una exagerada, B.
- ¿Exagerada? –Exclamé. –Tuve cuatro clase que odié completamente y el día aun no acaba. –Gruñí.
- Sé que te acostumbrarás.
- Lo dudo.
- Tampoco ha sido tan malo.
Levanté la cabeza para mirarlas. – ¿De qué habláis?
- ¡Has bailado con Matthew Clark! –Chilló Danielle.
- ¿Y?
- ¿Como que “y”?
- Has bailado con el más codiciado chico en todo el campus.
- Es lindo. –Me encogí de hombros.
- ¿Lindo? Es guapísimo. –Se tiró Lauren en su cama, haciéndose la desmayada.
- Además es el hijo de los directores. –Complementó Danielle, riendo un poco por el dramatismo de Lauren.
- Es básicamente inalcanzable. –Volvió a agregar Lauren.
- ¿Por qué? –Pregunté.
- Sólo pueden estar con él aquellas que sus padres aprueben.
- Como Jade. –Lauren hizo una mueca.
- ¿Es decir que el chico no puede escoger por él? –Ambas negaron con la cabeza. –Patético. Y ¿Quién es Jade?
- Una de las rubias que pretenden a Matthew y que fueron aprobadas por sus padres.
- Es una víbora. –Añadió Danielle.
- Se cree la reina del lugar por ser la preferida de los directores.
- Tal vez es sólo hora de que alguien la ponga en su lugar. –Me encogí de hombros.
- No te lo aconsejaría. Ella es bastante cruel.
- Ya veremos.
- Pero ahora vayamos a cenar.
- No. –Lloriqueé. –No otra clase de modales, por favor.
- Y después yo soy la dramática. –Habló Lauren y ambas rompimos en carcajadas.
- Mueve tu trasero, Blair. –Ambas me miraron ya de pie. Gruñí y me levanté, arrastrando los pies hasta el comedor.
Nos sentamos en el mismo lugar del desayuno y almuerzo. Casi todas estaban ahí pero aun quedaban algunos asientos vacios. Una rubia se sentó y todas las miradas fueron hasta ella.
- Esa es Jade. –Susurró Lauren.
- ¿Esa? –Asintieron. –Sin conocerla puedo decir que la detesto. Aunque esta mañana tuve el agrado de tropezarme con ella.
- ¿Si?
- En el baño, cerró la puerta justo en mis narices.
- Así es ella.
- ¿Cómo unos directores tan exquisitos y finos quieren a eso como pretendiente de su hijo? –Pregunté.
- Se llama actuación.
- Cada vez que Matthew o los directores están por los alrededores, se hace toda la buenecita.
- Es una buena estrategia pero veamos cuanto le dura. –Dije y no pudimos continuar hablando porque sirvieron la cena y la lección comenzó.
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Lo contrario a una dama
RomancePensareis que sería bastante ilógico que la hija de una famosa modelo no sea femenina, ¿no? Mucho menos teniendo como padre a uno de los más importantes empresarios de Seattle, sea desaliñada. Pero debéis pensarlo dos veces porque Blair es diferente...