16.❦︎Solo hay una manera de aliviar su alma.❦︎

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Cuando Kol dejó a Wanda en el complejo y estuvo a punto de irse, pero se detuvo en seco, intrigado por la conversación que tenía Rebekah

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Cuando Kol dejó a Wanda en el complejo y estuvo a punto de irse, pero se detuvo en seco, intrigado por la conversación que tenía Rebekah. Se escondió en las sombras, escuchando atentamente.

—¡Rebekah, espera! —gritó Alejandra, corriendo para llegar a su lado.

—¿Qué quieres? —preguntó la rubia con fastidio—. ¿Acaso no quieres que vaya con ustedes a buscar la cura? Porque si es así, no me importa.

—No es eso, es solo que. . . Sé que hace un rato mencioné cosas que no tenía que mencionar enfrente de Thor. Perdona, estaba enojada contigo por lo que le hiciste a mi hermana y quise desquitarme.

—¿A dónde vas con todo esto, Alejandra? —cuestionó Rebekah, cruzándose de brazos.

—Todo esto pasó por mi culpa. Le he pedido disculpas a Hannia.

—No me importan tus disculpas —interrumpió la rubia, queriendo volver a caminar, pero la pelinegra volvió a intervenir en su camino.

—Por favor, escúchame. Aunque no me lo pidas, puedo hablar con Thor y todo volverá a ser normal entre ustedes.

Rebekah se detuvo y la miró con escepticismo.

—¿Y por qué harías eso? —preguntó con frialdad.

—Porque quiero enmendar las cosas —respondió Alejandra con sinceridad—. Sé que me equivoqué, pero quiero arreglarlo.

Rebekah rio con amargura.

—No lo creo, ¿no viste cómo me miró? Es obvio que está muy decepcionado.

—Lo arreglaré.

Rebekah frunció el ceño ligeramente, mirando fijamente a Alejandra. No la conocía del todo y no estaba segura de confiar en ella después de todo.

—Mira, si no quieres aceptar mis disculpas, está bien. Pero quiero dejar todos estos malos momentos en el pasado.

—Eso es algo muy difícil.

—Lo sé, pero quiero que veas que soy sincera en cuanto a mis disculpas.

De su pantalón, Alejandra sacó la daga y la sostuvo por unos segundos en su mano. Luego, estiró sus manos para que Rebekah la tomara. La rubia la miró con sorpresa.

—¿En serio me la darás? —preguntó Rebekah, sin poder ocultar su incredulidad.

Rebekah miró la daga con cierta duda, Alejandra movió sus manos para que la rubia la tomara. Observó a Alejandra por unos segundos y luego tomó la daga en sus manos.

—Tómalo como una ofrenda de paz —sonrió Alejandra honestamente.

Rebekah vio la daga con cierta emoción, esperando que esto no fuera una trampa.

—Gracias —dijo con cierta duda. Alejandra sonrió, y Rebekah estaba a punto de irse, pero la pelinegra tenía que preguntar algo.

—Rebekah. . .

❦War of Hearts❦| Parte II | The Originals x AvengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora