-𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕕𝕖 𝕋𝕙𝕖 𝕆𝕣𝕚𝕘𝕚𝕟𝕒𝕝 𝕋𝕣𝕚𝕓𝕣𝕚𝕕
Al enterarse de que su madre fue quien mandó a matar a su hijo, Hannia Mikaelson se siente atrapada entre la espada y la pared, sin saber si debe decírselo a sus hermano...
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Había varios meseros sirviendo la comida y las bebidas. Klaus estaba en la cabecera de la mesa. A su lado izquierdo se encontraba Elijah, seguido de Natasha, Hannia, Bucky, Madison y Wanda. Los hermanos de Madison se encontraban enfrente de ella y de Wanda. Del lado derecho de Klaus estaban Thor, Sylvie y Loki.
—¿No es lindo? Todos juntos, cenando. Delicioso —comentó Klaus divertido—. ¿Qué tenías en mente cuando le quitaste la daga a Elijah?
—Jamás mencionaba los nombres de sus hermanos, pero siempre hablaba de ellos. Así que sabía lo que él siente por ti —bromea Tony, bebiendo.
—Aunque hayamos peleado por siglos, siempre estaremos unidos —respondió Klaus con seriedad, mirando a Elijah.
—Al igual que. . . tú y Hannia, ¿no? —cuestionó Madison, señalando a ambos—. Veo que tú y Elijah luchan juntos, pero ¿por qué no pelearon junto con ella cuando derribó las tres especies en Nueva Orleans y los sometió a sus deseos?
—Madison —murmuró Hannia con enojo, luego le dio un gesto de "No".
—Problemas de los que no tienes por qué preocuparte, ya están resueltos —respondió Hannia rápidamente y se llevó comida a la boca.
—¿De qué trataban esos problemas? —preguntó Elijah—. ¿Qué hizo que llegarás a esos extremos?
—No fue nada —insistió Hannia.
—Dice que muchos la traicionaron y ella se desquitó con ellos, matando a todos —dijo Madison tranquilamente.
Los demás voltearon a mirarla, a excepción de Loki y Wanda, que se miraron entre sí.
—Eso no fue así —habló Loki.
—No hay que olvidar lo que tú has hecho en el pasado y cómo la has ayudado, matando a esas personas inocentes —siguió Madison hablando.
Hannia soltó una risa irónica.
—¿Inocentes, dices? Ellos eran todo menos inocentes.
—Esta cena no es para pelear, sino para realizar un acuerdo, así que basta —regañó Natasha.
Todos quedaron en silencio y se dispusieron a comer. De vez en cuando, Elijah volteaba a ver a Hannia y luego a Klaus para saber si él sabía algo, pero obviamente no lo sabía.
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Sandy observó detenidamente la casa a la que había llegado, sintiendo una extraña familiaridad.
—Esta es la casa de mis sueños —susurró Sandy. A pesar de estar renovada, pudo identificarla.
—Has llegado —sonrió su hermana, recibiéndola con un abrazo.
