-𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕕𝕖 𝕋𝕙𝕖 𝕆𝕣𝕚𝕘𝕚𝕟𝕒𝕝 𝕋𝕣𝕚𝕓𝕣𝕚𝕕
Al enterarse de que su madre fue quien mandó a matar a su hijo, Hannia Mikaelson se siente atrapada entre la espada y la pared, sin saber si debe decírselo a sus hermano...
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Luego de que el ataúd se abriera y se revelara quién estaba dentro, Alejandra se sintió pésima al ver cómo sus planes volvían a derrumbarse. Lo que más deseaba en el fondo era vengar la muerte de sus padres, pero sentía que no sería capaz de lograrlo.
Alejandra sacó la única foto que había guardado de ella y su hermano Zack de su monedero. Pensaba en los recuerdos que tenía con él y en cuánto deseaba tenerlo a su lado.
Sabía que a Zack no le hubiera gustado ver cómo la oscuridad y la sed de venganza la estaban consumiendo. Conociendo a su hermano, se preguntaba por qué Zack estaba tan desesperado por qué se abriera ese ataúd.
Sandy le había contado lo que había pasado entre él y Hannia, y si era cierto lo que su hermana le dijo, se preguntaba por qué Zack quería que algo malo le pasara.
—Aún sigues despierta —habló Ekaterina, entrando a la habitación. Alejandra la miró sin muchos ánimos.
—Todo se ha arruinado, nuestros planes han sido arruinados.
—Sí, comienzo a pensar que fue un error haberme juntado contigo —dijo Ekaterina con una expresión seria—. Como siempre, trabajo mejor sola.
Alejandra la miró con cara de pocos amigos, sintiéndose aún más abatida por la traición inminente, aunque parte de ella ya se lo esperaba.
—Entonces vete, no te necesito.
Ekaterina le dio una media sonrisa.
—Ya veremos si es así.
Cuando Ekaterina salió de la habitación, Alejandra se acostó y trató de conciliar el sueño. Esto fue aprovechado por Ekaterina.
Hace poco, Ekaterina había conocido a Eric Holmen, un hombre al que investigó y descubrió que era muy poderoso, lo suficiente como para ayudarle a matar a la familia Mikaelson. Él le había pedido un favor a cambio de su ayuda completa: solo necesitaba las estacas de roble blanco.
Con una determinación renovada, Ekaterina decidió aprovechar la situación. Sabía que, si conseguía esas estacas, Eric cumpliría su parte del trato. Sin perder tiempo, se dirigió a buscar lo que necesitaba, dejando a Alejandra sumida en sus propios problemas y dudas.
Mientras tanto, Alejandra, aún aferrada a la foto de su hermano, trataba de encontrar la paz en el sueño.
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Al día siguiente, todo transcurría de manera sorprendentemente normal, algo inusual en los últimos días. Durante el desayuno, todos conversaban animadamente. Bucky y Steve comentaban sobre una misión reciente, mientras Valeria y Tony se burlaban de las miradas que Natasha había intercambiado con Elijah en aquella cena, Loki y Wanda comían en silencio; Hannia ya se había ido.
Hannia había decidido no contar mucho sobre lo que pasó, pero le dio una pequeña explicación a Wanda. Le relató cómo había visto a Sandy a punto de hacerle un hechizo a Bucky. Loki, aunque aparentaba desinterés, escuchaba con atención.
