-𝕊𝕖𝕘𝕦𝕟𝕕𝕒 𝕋𝕖𝕞𝕡𝕠𝕣𝕒𝕕𝕒 𝕕𝕖 𝕋𝕙𝕖 𝕆𝕣𝕚𝕘𝕚𝕟𝕒𝕝 𝕋𝕣𝕚𝕓𝕣𝕚𝕕
Al enterarse de que su madre fue quien mandó a matar a su hijo, Hannia Mikaelson se siente atrapada entre la espada y la pared, sin saber si debe decírselo a sus hermano...
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Con el hechizo de invisibilidad que Hannia siempre usaba, Sandy logró entrar a la mansión de los Strix junto con Steve. Después de un rato, Steve verificó que no hubiera nadie, lo que significaba que el pelinegro ya había hecho su parte. Steve se quedó en la puerta del cuarto de Aurora, mientras que Sandy se acercó al cuerpo dormido de Aurora.
—Lo tengo —susurró Sandy, alejándose de Aurora y acercándose a Steve—. Ya sé dónde se encuentra Rebekah.
Steve sonrió al ver cómo un brillo resplandecía en Sandy; se notaba que realmente había extrañado su magia.
—¿Qué? —preguntó Sandy, animada.
—Nada, solo. . . —Steve no dejó de sonreír—. Me gusta verte feliz, realmente lo extrañé.
Sandy sonrió con amplitud, se puso de puntitas para alcanzar a Steve y dejó un beso en sus labios.
—Tenemos que irnos—susurró Steve entre besos.
—Lo sé.
Sandy volvió a su posición normal y cerró la puerta con cuidado. Ambos caminaron hasta que pasaron por un pasillo, y Sandy detuvo a Steve y le señaló la última puerta del pasillo.
—¿Qué sucede?—preguntó Steve.
—Creo que ahí es el cuarto de Tristán.
—¿Quieres ir a ver a. . . ?
—Podríamos pedirle que le cuente a Hannia dónde está su hermana.
—¿Por qué no se lo quieres decir tú?
—Vi algo en la mente de Aurora. Ella estaba con unas personas que conocía. Quisiera buscarlas y hablar con ellas.
—¿Segura?—Sandy asintió—. Vamos.
Cuando ambos entraron a la habitación, se encontraron al pelinegro sacando la ropa de los armarios. Sandy quitó el hechizo de invisibilidad.
—Loki, ¿qué estás haciendo? —Steve trató de no hablar muy fuerte.
—Tengo que admitir que el gusto de Tristán me agrada —respondió Loki mientras seguía sacando la ropa y colocándola sobre la cama—. Es muy parecido al de Elijah.
—Loki, sé que ya tienes una misión, pero quiero pedirte un favor, que sé que podrás usar a tu favor—dijo Sandy.
Loki dejó de hacer lo que estaba haciendo y miró a Sandy con gran curiosidad.
—¿Qué clase de favor?—preguntó, levantando una ceja.
—Tiene que ver con Hannia.
Loki, frunció el ceño, aunque quería sonreír un poco.
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Cuando Hannia se hizo la prueba de embarazo, quiso realizarse otra, así que había mandado a analizar su sangre. Ahora solo necesitaba recoger sus resultados.
